La vigilancia que la Policía Local mantiene desde este lunes sobre los centros educativos de la capital ourensana a la hora de entrada de los escolares en las aulas, no tiene carácter rotatorio. Este martes la vigilancia ordenada a los agentes volvió a centrarse en los colegios de Carmelitas, Josefinas y Salesianos de esta ciudad, pese a que los mayores problemas de tráfico siguen produciéndose en Valle Inclán, a la altura del Colegio Maristas, y en Manuel Pereira, desde donde acceden los primeros ciclos escolares del Colegio de Franciscanas.

Pese a que son en estas calles donde se están produciendo los mayores problemas de tráfico en torno a las 9 de la mañana, la Policía Local no recibe las indicaciones adecuadas para evitarlos. Este martes continuó la vigilancia exhaustiva sobre las paradas ante los centros de Carmelitas, Josefinas, Salesianos y, en esta jornada, Mestre Vide aunque sólo por el acceso de la Rúa Castelao. La única novedad en la vigilancia dispuesta por la Jefatura de Policía Local de Ourense, es que, mientras el lunes se ordenó seguimiento en la Aneja de A Ponte, este martes se desplazó al Mestre Vide.

Por contra, los tres restantes centros escolares siguen sometidos a una vigilancia que no sufren en el resto de los centros educativos de la ciudad. Y que los propios agentes de la PL ourensana consultados por Ourense Dixital, dicen desconocer. Al no existir rotaciones en el dispositivo policial, podrían generarse agravios comparativos a estos centros con respecto a los del resto de la ciudad. Extremo cuya defensa compete a sus respectivas ANPAs.

El dispositivo policial busca sólo disuadir a golpe de sancionar

El dispositivo policial ordenado al respecto adolece tanto de efectos positivos como incide en la disuasión de malas prácticas a través de medidas exclusivamente sancionadoras. En ningún momento se antepone la adecuada regulación del tráfico por encima de la labor sancionadora de los agentes. Y, por ello, eliminar situaciones problemáticas del tráfico preservando la seguridad de los escolares, en vez de las multas como potencial medida disuasoria.

"Se prioriza sancionar, a eso nos mandan", ha manifestado un agente, y varios de ellos coinciden en que si no se favorece la parada (no más de 2 minutos y sin que el conductor/a abandone el vehículo) en vez del estacionamiento, difícilmente se solucionará la situación. Pero para eso "nosotros —los policías locales— e, incluso, el propio centro, hemos de trabajar en que ir del coche a la puerta del colegio es seguro para el escolar".