6 concellos de la provincia de los 25 que a día de hoy todavía no disponen de Presupuestos de 2018, ejecutan uno que en el mejor de los casos es de 2016. De 2016 son los casos de Baños de Molgas y Vilardevós, después de que  corrigieran su situación los de Maside y Xunqueira de Espadanedo actualizando presupuestos el 24 de marzo y el 2 de junio de 2018, respectivamente. Los 4 restantes prorrogan como mínimo desde 2015.

Este es el caso del de Castro Caldelas que gobierna el PSOE con Sara Inés Vega como alcaldesa. El concello caldelao lleva sin inversiones con cargo a las arcas municipales dos años y lo que va de este 2018. De 2014 son los presupuestos vigentes actualmente vía prórroga de Melón y de la capital ourensana. Sólo que en el primero de los casos la situación podría corregirse en breves fechas, dado que el Concello que dirige como alcaldesa María Cristina Francisco sacó a pública exposición el Presupuesto de 2018 el pasado 21 de mayo, una vez que lo aprobó inicialmente.

Muy distinto es el caso del Concello de Celanova. Gobernado en mayoría por el Partido Popular con José Luis Ferro como alcalde, es el concello de la provincia con presupuesto más obsoleto: tiene prorrogado el de 2012. Lo que supone que lleve 4 años y lo que va de este 2018 sin Investimento real es decir, sin un euro en infraestructuras y obra con cargo a sus arcas municipales. Recoge el farolillo rojo que le cede el de A Pobra de Trives, que hasta el 18 de mayo pasado venía operando con los de 2010 y al que, a su vez, se lo había traspasado el de Maceda, que hasta el 2 de octubre del pasado año había venido prorrogando los de 2009.

Estos 6 concellos totalizan al cierre del mes de mayo 210 meses sin inversión real, lo que equivale a 17,5 años sin que sus respectivas arcas municipales hayan ejecutado una sola obra.