Al inicio de este mes de marzo, 28 concellos de los 92 disponen de presupuestos de 2018. Los 64 restantes operan con presupuestos que no están debidamente actualizados, lo que indica la ley taxativamente. De esos 64, 55 funcionan con los presupuestos del pasado año, 2017, pero los 9 restantes ni eso siquiera: 4 operan con los de 2016, 1 (Castro Caldelas) con el de 2015; 2 (entre ellos la capital ourensana) con el de 2014; Celanova con el Presupuesto de 2012 y A Pobra de Trives con el de 2010.

La situación ha mejorado (si bien sólo levemente) con respecto a años anteriores en lo que respecta al total de concellos que, aún sin completarse el primer trimestre de año, disponen de presupuestos actualizados. Pero no deja de ser grave que ahora mismo, entrado el mes de marzo, de los 273,3 millones de euros que presupuestan los 92 concellos de la provincia, sólo 6,9 (un 2,5%) se destinen a inversiones reales.  

Ocurre porque, aunque los concellos puedan funcionar con los presupuestos prorrogados, la inversión en nueva infraestructura y su correspondiente obra es imposible. Pese a que los alcaldes y sus gobiernos esconden en unos casos y en otros omiten tal aspecto, ahora mismo nunca hay "investimento real" en 2018 sino se dispone de Presupuesto de 2018. Aunque pueda existir la obra correspondiente a un proyecto de 2017, por ejemplo, del proyecto presupuestado que no fue ejecutado en plazo.

De este modo, los 28 concellos que sí disponen de Presupuestos de 2018 contabilizan una inversión de 6,9 millones de euros en el año en curso. Teniendo en cuenta que en los 64 restantes no existe partida, ahora mismo los 92 concellos de Ourense sólo destinan a Inversión un 2,5% de todo lo recaudan y de todo lo que gastan, 6,9 millones de euros para infraestructura en 2018. Por contra, como quiera que rara vez alguno de esos 28 ha reducido las tasas e impuestos que ha de ingresar el contribuyente, será muy difícil que los ourensanos ingresemos de 152,3 millones de euros, un 55,7% de todo lo que prevé ingresar la Administración local.