también en los dispuesto en materia de caudales del Miño-Sil por el Convenio de Albufeira. Es el tratado hispano-luso que determina los caudales mínimos que han de pasar desde España a Portugal en aquellos ríos que nacen en suelo hispano y mueren en el Atlántico por suelo portugués, Duero, Tajo y Guadiana además de Miño-Sil y Limia.

La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil ha venido alertando las últimas semanas sobre los efectos de la persistente seca y lo que de la misma podría derivarse de persistir, lo que ha ocurrido. Y no porque su presidente, Francisco Marín, hiciera llamadas al uso responsable del agua (evitando siempre el menor atisbo de alarma), se han tomado medidas eficaces en tal sentido y, allí donde ha ocurrido, han sido más que para la galería que realmente eficaces.  En el caso del Miño, el "caudal integral anual" se mide en la estación de control de Frieira (entre las provincias de Ourense y Pontevedra) y se estipula que ha de garantizar no menos de 3.700 hectómetros cúbico al año. Las precipitaciones se miden entre el 1 de octubre y el 1 de julio, y el Convenio establece que, "no se aplica en aquellos períodos en que la precipitación de referencia acumulada en la cuenca sea inferior al 70% de la precipitación media acumulada durante el mismo período". Ahora, "por primera vez desde que tenemos datos, estamos en un estado excepcional", afirmó este lunes Francisco Marín, el presidente de la CHM-S.

Situación de excepcional por primera vez desde que hay datos (últimos 20 años)

Al cierre de noviembre pasado, el control de caudales del Miño totaliza 205 hectómetros cúbicos frente a los 440 de la media establecida por las mediciones de los últimos 10 años. Por la ciudad, el Miño pasa a un 20% del caudal medio, pero aguas arriba del Embalse de Belesar, en suelo de Lugo, el caudal del Miño se sitúa en un 10% del que debería ser en esta época del año.

Los datos de las mediciones del organismo de cuenca son tan elocuentes como concisos: por Lugo el Miño pasa con 5,25 metros cúbicos de agua por segundo, cuando la media establece 53 metros cúbicos (no llega, incluso, al 10%); por la capital ourensana las mediciones del primer trimestre establece 34 metros cúbicos por segundo, frente a los 204 de la media de los últimos 10 años; y a Salvaterra, ya en la provincia de Pontevedra, llega con 64 metros cúbicos por segundo, cuando aquí la media se sitúa en los 286.