"Quisiéramos que en estos momentos fuese real en todas nues­tras parroquias de la Iglesia en Galicia la experiencia de la unidad, del compartir esfuerzos, dolores y angustias, la cercanía del amor fraterno, de modo que nadie se sienta solo en la necesidad; y agradecer, al mismo tiempo, tantos gestos de solidaridad de amigos y vecinos, que son un apoyo imprescindible para mantener la esperanza y el coraje", señalan los obispos gallegos en una carta conjunta de solidaridad y apoyo a los damnificados por los fuegos de estos días y, en especial, a las víctimas de los incendios.

Los obispos gallegos subrayan en su carta que "provocar un incendio es un gesto de grave inmoralidad, en el que la persona pone de manifiesto una actitud ante los hermanos y ante la naturaleza contraria al bien querido por Dios", y animan a respetar la naturaleza "que no debería ser destruida como ahora vemos". Los obispos ofrecen disponibilidad de la Iglesia a través de Cáritas Diocesana "para la acogida y la ayuda incondicional de cuantos lo necesiten", dicen, al tiempo que expresan "nuestro reconocimiento y apoyo a las miles de personas implicadas en el operativo de lucha contra el fugo, los bomberos, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los numerosos volutarios que se esfuerzan por salvar vidas, aliviar daños y evitar la pérdida de personas y bienes, incluso a costa de cansancio y riesgos personales".