La Xunta de Galicia, encabezada por el conselleiro de educación y cultura, Román Rodríguez, que acudió secundado por máximos representantes de la entidad en las dos provincias afectadas, mantuvo una reunión con todas las entidades implicadas en el proyecto de declaración BIC de la Ribeira Sacra. Una reunión que incluyó a miembros de INORDE, del Consorcio y el Consello Regulador de la Ribeira Sacra y representantes de los distintos concellos incluidos en la delimitación que se tramitará como BIC, paso previo para poder optar a la candidatura como Patrimonio Mundial de la Unesco.

La reunión sirvió para explicar todos los aspectos relevantes para poder incoar el expediente para declarar la Ribeira Sacra como Bien de Interés Cultural. Para ello la Xunta se fundamenta en tres valores: el natural, como combinación de los valores acuáticos, geológicos y climáticos de la zona, el cultural, basado en la riqueza patrimonial y etnográfica y los mixtos, derivados de la interacción del ser humano en el entorno.

La denominación BIC abarcará a dos provincias y a 21 concellos delimitados al norte por el embalse de Belesar en el río Miño y siguiendo el cauce de los ríos Miño y Sil al sureste por Torbeo, sin embargo incluirá hasta 17 bienes fuera de la zona debido a su gran interés patrimonial como el casco viejo de Monforte de Lemos, el Monasterio de San Pedro de Rocas, Montefurado o la Colegiata de San Juan en Portomarín entro otros.

El proyecto también prevé una zona de amortiguamiento, que servirá como margen de seguridad para que ninguna actuación exterior pueda afectar a la zona declarada BIC, debiendo obtener un permiso especial de la Xunta todas aquellas futuras construcciones de grandes infraestructuras.

Las que no deberán obtener un permiso son todas aquellas actividades vitivinícolas, agrarias y ganaderas tradicionales llevadas a cabo en la zona.