Este domingo, 9 de julio, se han cumplido 2 meses desde que el 9 de mayo la concelleira Ana Morenza entregara a todos los grupos municipales el borrador o proyecto (nunca estuvo claro qué era aquello) de los Presupuestos de 2017. Tan poco claro como que aquel documento estuviera completo, que no lo estaba. Se hacía de forma "sorpresiva", según la oposición, y con el alcalde fuera de la ciudad. Dos meses después casi nada se ha avanzado al respecto, la negociación con la oposición no existe y el posible acuerdo está muy lejos. Lo que comenzó mal ha ido a peor, y el talante de la propia concelleira de Facenda, Ana Morenza, no ha contribuido a mejorar la situación, al contrario.

9 días después, el 18 de mayo, se anunciaba el comienzo de la negociación. En realidad no fue tal comienzo. Y lo más sorprendente: por primera vez en toda la etapa democrática del Concello de esta ciudad, el primer edil, el alcalde, se colocaba al margen de la negociación. Vázquez anunciaba que el proceso lo llevaría la concelleira de Facenda, no el alcalde. Y el primer gran tropiezo llegó cuando PSOE y Ourense en Común plantearon que cualquier negociación tendría que llegar cuando el proyecto o borrador hubiera sido informado favorablemente por el Interventor Municipal.

El 19 de mayo los grupos anunciaban que el proceso negociador quedaba interrumpido hasta que llegara el informe de Intervención. Pero el 29 de mayo, la concelleira de Facenda, Ana Morenza, admitió públicamente que el expediente presupuestario no estaba completo, que faltaban documentos: "os documentos anexos ao Orzamento non se remataron", decía Morenza. Lo que era obvio si se tiene en cuenta lo que el 19 de mayo había respondido a DO cuando Pérez Jácome le pidió todos los capítulos de Ingreso del Concello: "¿Ah, quereis también informe de Ingresos?... Vale, pues os lo damos, sin problema"..."

Con el expediente abocado a la Intervención Municipal, el asunto remitió en los medios de comunicación y el proceso de supuesta negociación quedó aparcado. No hubo noticias del caso hasta el 21 de junio. Entonces, el alcalde de la ciudad confirmó que ya se había remitido al órgano contable municipal, pero era preciso subsanar documentación aportada. Decía Jesús Vázquez: "si, xa se entregaron, houbo unhas cuestións, reclamou —el Interventor— unha serie de convenios, unha serie de cuestións, estase subsanando esa documentación..., pero en todo caso, reitero, o importante neste momento é dar o paso para decir si queremos ou non negociar, si queremos ou non chegar a un punto de encontro".

Una semana después, el 28 de junio, Ourense en Común aludía a la existencia ya de informe de Intervención. A tenor del mismo, los de Martiño Vázquez aseguraban que el Interventor establece que el borrador "non é válido" y que el informe alude a "graves incongruencia na previsión de gasto de personal". El Gobierno de Vázquez discutía que esto fuera así. Pero, lo más importante, el informe no transcendió públicamente y a los medios de comunicación no consta ni siquiera que exista. La transparencia de dicho borrador, proyecto o como se llame da, únicamente, para constatar que el procedimiento llevado a cabo por el Gobierno de Jesús Vázquez no ha avanzado en dos meses; que el documento entregado el 9 de mayo a los grupos no era ni borrador ni proyecto; que la negociación con la oposición difícilmente se la puede considerar tal; y que Jesús Vázquez se ha convertido en el primer alcalde de Ourense que se niega a negociar con la oposición los Presupuestos del Concello, aún cuando son el documento anual más importante de la gestión municipal.

La etapa democrática del Concello de Ourense arrancó en el complicado, plural y variopinto gobierno de la UCD con José Luis López Iglesias como alcalde. Tampoco López Iglesias disponía de mayoría para gobernar, pero en un proceso que algún año necesitó varios intentos para aprobar presupuestos, López Iglesias siempre estuvo al frente de la negociación.