Una decisión del alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez y anunciada este martes, ralentizará la circulación de los vehículos en beneficio del tránsito de los peatones en la capital ourensana. De hecho, la medida la anunció el Concello destacando que "o tempo de espera para os peóns nos principais semáforos da cidade será reducido". Por contra, obviamente, se aumentarán los tiempos de espera de los vehículos.

La medida la ha adoptado el regidor municipal con el "obxectivo da reorganización dos ciclos semafóricos", junto a, únicamente, el concelleiro de Seguridade Cidadá, Carlos Campos. Ambos habrían acordado una medida que, pese a comportar cambios importantes en el tráfico y ser susceptible de provocar anomalías especialmente en las horas puntas en calles como Juan XXIII, la Avenida de La Habana y otras del centro de la ciudad, no se dice que hayan consultado a la Policía Local ni a la nueva empresa responsable de la regulación semafórica. A la que, se indica en la nota del Concello, sí se le han dado órdenes de proceder al respecto.

Las medidas van más allá de la regulación semafórica: también se delimitará a 30 kms./hora la circulación en calles próximas a parques. Según el Gobierno de Vázquez, "algo para o que xa se encargou un estudo pormenorizado aos técnicos municipais". Con esta media unilateral del Gobierno municipal, de cuya adopción en ningún momento se da cuenta de contar con la implicación con la Policía Local de la ciudad, Vázquez Abad señala que "o obxectivo deste Goberno municipal é pacificar o tráfico e dotar de mellores mecanismos de mobilidade á cidade de Ourense, primando sobre todo a seguridade das persoas". Si bien dicha afirmación se atribuye al concelleiro Carlos Campos.