La transparencia es un deseo y la opacidad un práctica continuada y constante entre los concellos de la provincia en materia presupuestaria. Lo mismo que la soberanía municipal es una herramienta a la hora de hacer cada uno de su capa un sayo, hasta conformar una situación tan poco homogénea como contradictoria entre sí en casos de algunas entidades locales.

En el primero de los ámbitos, el de la transparencia, en la inmensa mayoría de las web de los concellos de la provincia no aparecen reflejados los presupuestos vigentes ni alusión alguna a los que están vigentes (de qué año son, por ejemplo) y su publicación en el BOP. De este modo no sería difícil acceder a ellos a través del Boletín Oficial de la Provincia que publica la Deputación de Ourense, pero se omite cualquier dato y el proceder generalizado de los gobiernos municipales puede interpretarse como una clara y sólida señal de opacidad. Lo mismo que la ausencia de adecuación de la inmensa mayoría de las web de los concellos de esta provincia a la Ley de Transparencia. Seguro que intentarán resistir hasta donde se le permita.

En el ámbito de esa soberanía que a cada concello le permite forzar la máquina sin el menor pudor por el raciocinio hasta donde la ley no se lo impida, caben tantas situaciones como tan diversa es la realidad que plantean unos concellos con respecto a otros. Y que posibilitan realidades tan curiosas como paradójicas, incluso rocambolescas, como que uno de los concellos de uno de los territorios más deprimidos de esta provincia, en pleno Macizo Central Ourensán, disponga para obra e infraestructuras de casi un 52% de todo su presupuesto. Y que sus 506 habitantes sean los más ricos de entre los 92 presupuestos, con 2.758 euros per capita, muy lejos de los 981 de cada vecino de la capital ourensana. O que uno de los alcaldes que no cobran dedicación al cargo perciba por plenos, juntas de gobierno o comisiones a los que asista 295 euros mientras el resto de concelleiros los cobra a razón de no más de 50 euros. O que el alcalde de Ourense sea el que más cobra por dedicarse al cargo, pero no el más caro de la provincia.

Aplicar la lupa a las cuentas municipales, una vez completada la labor de hallar la información, propiciará datos tan curiosos como sorprendentes. Aquí la Transparencia no la regalan. Y por lo que resulta de lo mucho que algunos la traban, la opacidad es lo que les interesa.