Un bilbaíno de nacimiento aunque vecino de Ourense, de 35 años y sin antecedentes penales, ha sido la persona detenida a primera hora de este miércoles acusada de cinco presuntos delitos cometidos en el supermercado de Mercadona de la zona de As Lagoas (Avenida de Otero Pedrayo) de esta ciudad. Entrada la mañana de este jueves, el Ministerio del Interior facilitaba los datos provenientes de la intervención de la Policía Nacional, después de que a última hora de la tarde de ayer la Policía Local de Ourense facilitara una primera versión de los hechos.

La de la Policía Nacional documenta lo ocurrido al tiempo que corrige los numerosos supuestos e interpretaciones que se produjeron durante la pasada noche y aún a primeras horas de este jueves, como la posible invocación del ahora detenido de proclamas yihadistas en el transcurso de los hechos que no se produjeron. El detenido es acusado de robo con violencia, atentado a la autoridad, tenencia ilícita de armas, daños y delito de homicidio en grado de tentativa. La versión de la Dirección General de la Policía Nacional precisa en dos ocasiones que el policía local que intervino en el suceso y "encañona al sospechoso" estaba "fuera de servicio".

Según esta versión, los hechos se desencadenaron a partir de las 14:08 Hs., cuando el detenido sacó de una mochila que portaba una escopeta de caza efectuando contra el techo del local cuatro disparos que provocaron la estampida de los clientes que se encontraban en el interior del supermercado. Luego se dio unos paseos por el local, se comió un plátano de la frutería y se acercó a las cajas (las cajeras ya habían huido) y se hizo con 1.200 euros, que luego recuperarían los agentes de la Policía Nacional.
Los disparos restantes llegarían con la llegada al local de un policía local de paisano que, alertado por la huída de los clientes, desde la puerta del establecimiento se identifico como policía y encañonó al sospechoso. Éste respondió disparando contra él sin que ninguno de los dos disparos que hizo lo alcanzaran.

Con la llegada de los efectivos de la Policía Nacional, el sospechoso se comió un segundo plátano cedió a las indicaciones hechas por el jefe del dispositivo de la CNP: se comió un segundo plátano, dejó la escopeta sobre el mostrador y luego levantó los brazos, se arrodilló y se tumbó en el suelo. No opuso resistencia a la hora de serle puestas las esposas y ser trasladado a Comisaría de Policía donde prestó declaración.
Se le intervino una escopeta de caza de cañones paralelos que está a nombre de su padre, la mochila verde en la que la llevaba, y una caja con 9 cartuchos calibre 12 así como una botella de refresco "conteniendo al parecer gasolina". Del supermercado se recogieron 6 cartuchos percutidos, recuperándose también los 1.200 euros que había cogido de las cajas.