La última denuncia de Democracia Ourensana contra el Gobierno municipal del Concello de Ourense se centra en lo que los de Pérez Jácome deominan "malas praxis de ultratumba" o "escatológica mala praxis en el cementerio municipal". En dicho recinto, los de Jácome denuncian que una vez llevadas a cabo las labores de exhumación o levantamiento de cadáveres, los restos son entregados a las familias, que se hacen cargo de los mismos, pero los funcionarios del cementerio envían el resto de los materiales (maderas de las cajas, cristales, ropa e incluso prótesis) al primer contenedor de basura que hallan a su alcance.

Una protesta de los propios trabajadores ha conseguido variar algo la situación, señala Democracia Ourensana: ahora, en vez de ir a parar al primer contenedor de basura que hallan más a mano, se depositan en uno específico "a la espera de una solución", señala DO. Porque, según los de Pérez Jácome, la solución no es semejante "praxis escatológica", como establece la sanidad mortuoria en Galicia. Esta norma establece que en tales casos han de ir a parar tales restos a un horno incinerador.

Admiten los de Pérez Jácome que la normativa es de obligado cumplimiento para los nuevos cementerios o la ampliación de otros ya existentes, pero dice el portavoz de DO que "una ciudad como Ourense debería acceder a la adquisición y puesta en marcha de ese horno incinerador, o bien contratar la recogida con un gestor autorizado". E indica DO que en el horno crematorio que existe en el cementerio de Santa Mariña no puede llevar a cabo estas labores "en ningún caso", porque ha de destinarse "exclusivamente" a la incineración de cadáveres. Ahora, Democracia Ourensana anuncia que estudia denunciar el caso ante las autoridades competentes, "para que se estudie la situación pasada y actual".