El Grupo Socialista ha pedido al Concello de Ourense y a la Xunta de Galicia información sobre la venta del Mosteiro de Santa Coba de Naves, en Palmés, a un particular, operación mercantil que habría llevado a cabo Obispado de Ourense. Los socialistas recuerdan que ya entre 1991 y 1994 se produjo un intento de venta, lo que no fraguó porque el pueblo de Palmés protestó las intenciones de la Iglesia forzándola a conservarlo como símbolo y patrimonio de la parroquia.

A día de hoy, este monasterio benedictino que fundara probablemente en el año 888 Alfonso III y que tiene aspecto de fortaleza, está abandonado, se cree que a partir de 1836. Se encuentra en ruinas y cubierto de vegetación. En su momento constaba de planta bajo, pisos inferior y superior y una capilla de época más moderna con palomar. De acuerdo con lo establecido en la Ley 8/1995 de 30 de octubre de dicho año del Patrimonio Cultural de Galicia, dicho monasterio disfruta de protección especial y su gestión es competencia de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia. Además, el PSOE señala que ha de considerarse BIC, Bien de Interés Cultural. El jueves de la semana pasada, día 14 de enero, los presidentes de las asociaciones vecinales y de mujeres rurales de Palmés fueron convocados de urgencia a una reunión a las 11 de la mañana en el Obispado, donde se les comunicó que el Mosteiro de Santa Comba de Naves había sido vendido a un particular.

A raíz de esto, el Grupo Municipal Socialista en el Concello de Ourense ha solicitado por registro a la Concellería de Urbanismo de esta ciudad la relación de actuaciones llevadas a cabo relativas a las obras encargadas por la Xunta de Galicia y que deberían haber sido llevadas a cabo por el Concello desde que fueron solicitadas. También piden al Concello que se le remita copia del expediente completo de la venta de este bien. Finalmente, el PSOE da cuenta de que este pasado domingo la Asociación vecinal convocó a todos los vecinos a una reunión informativa sobre este asunto para informarles de lo sucedido, a la que acudieron representantes del Obispado y el comprador y donde también se les comentó que Obispado de Ourense se brindaba a invertir dinero proveniente de la operación en necesidades del pueblo "ante a crispación veciñal e a sabendas de que, segundo os protocolos do Obispado, non se lles permite comprometer por escrito ningún tipo de actuación cos cartos desta venda". El Grupo Municipal Socialista expresa su disposición a aclarar el asunto y defender los intereses de Palmés y sus vecinos.

DO pide "inmediata explicación del papel del Concello" en este proceso

Por su parte, Democracia Ourensana ha expresado también su "sorpresa" tras enterarse por los medios de comunicación de la venta del monasterio de Santa Comba de Naves. Tras exponer una serie de peripecias que se sucedieron en torno a esta propiedad y las responsabilidades que se derivaban para el Obispado de Ourense del estado ruinoso del monasterio, los de Pérez Jácome hablan de "negligencia" de los responsables municipales, y cuestionan el hecho de que Obispado haya vendido a un particular después de que, "al parecer, negó en su día la propiedad del conjunto histórico de Santa Comba de Naves". Hecho atribuido a las responsabilidades que se derivaban y la Xunta de Galicia le exigía por el delicado estado en el que se hallaba la construcción.

Democracia Ourensana exige "una inmediata explicación del papel desempeñado por el Concello en todo el proceso", además de que informe el Gobierno municipal "si está estudiando o ha decidido ya emprender actuaciones jurídicas al respecto". Lamenta la falta de comunicación o entendimiento entre el Concello y Obispado de Ourense, y habla de "oscurantismo y falta de transparencia" con el que se ha producido el desenlace de este viejo asunto. Especialmente "llamativo" consideran el hecho de este final con Jesús Vázquez siendo alcalde de la ciudad, tras haber sido titular de la Consellería que hizo los requerimientos a Obispado, la de Cultura, así como el hecho de la "inacción" del titular de Infraestruturas, José Araújo, que es vecino de Palmés, recuerdan los de Pérez Jácome.