Cruce de reproches entre Guardia Civil y jueces tras la muerte de la vecina de Pazos a manos de su marido
 
 
Con el paso de los días, la situación a raíz de la muerte el pasado viernes de la vecina de Pazos a manos de su marido en el CHOU de Ourense se enrarece. La Guardia Civil insiste en que hizo lo que debía ante la autoridad judicial de Verín al solicitar la correspondiente protección para la mujer. Al punto de que habría trasladado la situación al Fiscal Jefe de Ourense. El subdelegado pide que se evite el rifirrafe, pero el presidente de la Audiencia responsabiliza a la Guardia Civil
 
 
 
 
 
 
13 de MAYO de 2015: OURENSE DIXITAL de 2015

La Policía Judicial de la Guardia Civil de Verín solicitó a la jueza de esta plaza que Aniceto Rodríguez Caneiro, el presunto asesino de la vecina de Pazos en la planta 4ª del Complexo Hospitalario de Ourense, estuviera más vigilado de lo que lo estaba antes de que se produjera el presunto asesinato de su esposa. La Guardia Civil trasladó a la jueza de Verín un atestado con 6 indicios que, basados en las contradicciones en las que había incurrido Aniceto Rodríguez, aconsejaban una vigilancia cautelar del marido de la ahora fallecida.

Sin embargo, la petición de la Guardia Civil no prosperó. A raíz de ello, incluso, la Guardia Civil de Verín comunicó la situación al máximo responsable de la Comandancia en Ourense, el teniente coronel Manuel Novo, que a raíz de esto telefoneó al Fiscal Jefe de Ourense, Florentino Delgado, para comunicarle la situación y pedirle su intervención. Ahora, el Fiscal Jefe de la Audiencia de Ourense asegura que comenzó a trabajar con la hipótesis de que lo sucedido hacía un mes, cuando la mujer fue golpeada brutalmente en su domicilio, no fuera producido por la irrupción de extraños en el domicilio del matrimonio de Pazos sino que se tratara de una agresión de violencia de género, línea en la que había venido trabajando la Guardia Civil. Pero esto ocurrió sólo dos días antes de que Aniceto Rodríguez consumara, presuntamente, la definitiva agresión a María Isabel Fuentes y acabara con su vida.

La muerte de la vecina de Pazos, Verín, el pasado viernes a manos de su marido en pleno Complexo Hospitalario de Ourense, ha disparado a medida que han pasado las horas un cruce de mensajes entre las fuerzas de seguridad y las autoridades judiciales que ese martes han provocado la intervención del delegado del Gobierno en Galicia. Santiago Villanueva afirmó que "no puede haber ningún rifirrafe entre Justicia y Guardia Civil, pues lo destacable es que hay una mujer fallecida".
Un mensaje conciliador con el no casa, en absoluto, lo manifestado por el presidente de la Audiencia de Ourense, Antonio Piña, que este lunes ha vuelto a reiterar que "la Guardia Civil pudo haberlo detenido y no lo hizo" y que "una cosa son los indicios y otra meras sospechas".

 
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