Ageitos rechaza las alegaciones del BNG a la Ordenanza de Terrazas, y el BNG le dice al Gobierno que se queda sólo
 
Claro y rotundo, el BNG anuncia al Gobierno en el Concello de Ourense que no tendrá su apoyo para apoyar la nueva Ordenanza de Terrazas y Veladores de la ciudad si no se contemplan sus alegaciones. Sostiene que son las propuestas que le han hecho los hosteleros y los vecinos, luego innegociables. Por otra parte, lo que ha conseguido este martes la concelleira de Comercio, Juana Ageitos, ha sido romper cualquier posibilidad de lograr un acuerdo con el BNG descartando dichas alegaciones
 
 
 
 
 
28 de ENERO de 2015: OURENSE DIXITAL

"A tramitación da modificación da ordenanza de veladores pasou pola elaboración de cinco borradores e foi tan caótica e desorndenada por parte do goberno que o grupo municipal do BNG recibiu dous textos diferentes logo do proceso de alegacións público en ningún dos cales se aceptan propostas que as nacionalistas consideran fundamentais".
Así se expresa el Grupo del BNG en el Concello de Ourense en relación con la nueva Ordenanza de Terrazas y Veladores de esta ciudad, en la que los nacionalistas recuerdan que llevan trabajando dos años.

La aprobación de la nueva Ordenanza, que sufre un considerable retraso sólo similar a su tardanza en ser puesta en marcha, ha llegado a un punto que los nacionalistas anuncian que sólo la apoyaran si el Gobierno municipal toma en consideración sus alegaciones.
Por lo de pronto, ese apoyo está más lejos que cerca si se tiene en cuenta que asegura el BNG que "a concelleira de Comercio (Juana Ageitos) rompeu hoxe a posibilidade de acadar un acordo co BNG ao non aceitar as alegacións".
La portavoz del BNG, Susana García, advierte que su Grupo no conculcará a la hora de defender sus propuestas, ya que son un compromiso con los vecinos como ha de serlo el apoyo del BNG al texto que trata de imponer la concelleira.

En síntesis, el Grupo del BNG plantea suprimir las referencias a la redacción de un plan en zonas que se consideren "estratéxicas" para potenciar la imagen turística de la ciudad, lo que abre la puerta a potenciales discriminaciones; suprimir las referencias a los cierres laterales, dado que "en ningún caso poden converterse nun local fóra do propio local"; definir los horarios con claridad; situar la distancia máxima entre la terraza y el establecimiento en los 15 metros en vez de los 25; e incrementar las sanciones que aparecen en el artículo 39 de la Ordenanza en vez de rebajarlas, como propone el Gobierno.
Si tales condiciones no son aceptadas, el BNG ya anuncia que no apoyará al Gobierno municipal en su intento de sacarla adelante.

 
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  Susana García  
     
     
 
 
     
 
 
 
   
 
 
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