Agentes de la Guardia Civil que llevaron el caso de Laura Alonso, afirmaron en el segundo día de la vista que se celebró este martes en la Audiencia Provincial de Ourense, que existía una  "relación sentimental" entre el acusado Javier Cruz, y la víctima, Laura Alonso, a tenor de los mensajes de móvil que se enviaban, si bien con mayor "insistencia" del acusado hacia Laura.
La segunda jornada del juicio por el crimen de Laura Alonso se centró en la supuesta existencia de amenazas y malos tratos por parte del acusado, Javier Cruz, hacia la víctima, la situación psicológica en la que se encontraba la joven que apareció muerta a finales del mes de agosto de 2009, el lugar donde fue localizado el cuerpo, y la forma en que apareció.

Respecto a que se produjeran amenazas y malos tratos de Javier Cruz a Laura Alonso, tanto la psicóloga como los amigos de la joven testificaron este martes que el acusado había amenazado a la víctima en numerosas ocasiones, según les había contado Laura, hecho que el lunes negó el inculpado.
Durante el juicio se citó en varias ocasiones la existencia de hematomas en el cuello de la víctima, anteriores al día de la muerte de Laura Alonso, el 24 de agosto de 2009.
"Tenía marcas en el cuello y una brecha en la cabeza", indicó en la Sala una de las amigas de la víctima llamada a declarar.
Según esta testigo, Laura se encontraba "muy asustada" a raíz de unos "mensajes amenazantes" por parte del acusado, un extremo que fue corroborado, además de por la familia y amigos, por uno de los agentes de la Guardia Civil.
El resto de funcionarios, que no recordaban la existencia de estos mensajes, sí apreciaron la existencia de una "relación sentimental" entre ambos, aunque más "insistente" por parte del acusado, quien parecía tener un "un interés extremo" en quedar con la víctima, señalaron en el transcurso de esta segunda jornada de la vista.

Otro de los puntos en torno a los que giró la segunda jornada de la vista fue el estado anímico de Laura Alonso en el último año. A este respecto, Cesáreo Alonso, el padre de la joven, indicó que su hija estaba "triste", por lo que empezó a ir a tratamiento psicológico, hecho que fue ratificado por la psicóloga que la trató, Isabel Calle.
Según la doctora Calle, Laura Alonso "tenía un aspecto triste y le costaba comer", por el "drama" que estaba viviendo, fruto de una relación anterior.
La psicóloga atendió a la joven desde febrero de 2009 hasta el 17 de agosto -siete días antes de los hechos-, en 25 sesiones de una hora semanal por una anorexia nerviosa, y que fue el motivo expuesto por los padres para buscar asistencia psicológica.
En su testificación, Calle indicó que Laura Alonso le había contado que una antigua pareja la había amenazado y que la había intentado "ahogar", por lo que atribuyó el hecho de que siguiese quedando con él a una posible "dependencia psicológica", en base a que Cruz era un "manipulador", "mentiroso" y un "maltratador psicológico y físico".
Un funcionario de la Guardia Civil indicó también en el trancurso de la segunda jornada de la vista, que el acusado sólo tuvo voluntad de colaborar con la investigación "en el último momento", una vez que supo que iban a realizar un registro en el domicilio y que pidió que no se realizara "para no darle más disgustos a la madre".
Uno de ellos indicó que el cuerpo apareció en una "zona muy complicada, con bastante maleza" que no era visible a simple vista, y con una chaqueta en el cuello con nudos "poco corrientes".

Este miércoles la Audiencia Provincial acogerá el tercer día de juicio. En la tercera y se prevé que definitiva jornada, se presentarán las pruebas judiciales y las conclusiones definitivas de cada una de las partes.
Posteriormente, el jurado tendrá que deliberar y determinar si se trató de asesinato, como pide la familia de Laura Alonso; homicidio, que es la petición de la fiscalía o un homicidio imprudente, como pide el abogado de Javier Cruz.