A las 17:20 Hs. de la tarde, según informó Policía Local de Ourense, eran localizados los restos mortales de José Aguilar, el anciano de 94 años que quedó atrapado bajo los escombros del inmueble de tres pisos del número 6 de la calle Villa Valencia de esta ciudad, que se derrumbó en torno a las seis y media de la mañana de este jueves.
Con las últimas horas de la tarde comenzaban así las labores de rescate del cuerpo sin vida del infortunado vecino de este barrio de la capital ourensana, cuyo cuerpo permaneció sepultado bajo los escombros 11 horas.

La prolongación de los trabajos se debió tanto a los riesgos que comportaban las labores de desescombro como a los peligros que suponían dichos trabajos, dado que fue preciso operar con mucha cautela para evitar desprendimientos de otros edificios contiguos de la empinada calle Villa Valencia donde se produjo el siniestro.
El anciano era la única persona que moraba este inmueble, concretamente en su parte baja, dado que otros vecinos ya lo habían abandonado haciendo caso a las indicaciones del Concello que en su momento procedió a iniciar un expediente de ruina del inmueble.
Sin embargo, José Aguilar Marqués seguía resistiendo a mudarse y se aferró hasta el final a una vivienda en la que, según contaron algunos vecinos, podría llevar viviendo unos 60 años.

Inmediatamente después de producirse el siniestro, efectivos de la Policía Local y de Bomberos de Ourense establecieron un perímetro de seguridad en torno al edificio de tres plantas siniestrado. Al lugar llegó también el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez, y la teniente de alcalde, Isabel Pérez, que permanecieron al corriente de la situación y de las dificultades que suponía intentar evacuar a la única persona atrapada bajo los escombros.
El propio Francisco Rodríguez dio cuenta a las diez y media de la mañana del informe de los técnicos, que aconsejaba el empleo de una potente grúa para desmontar primero los restos del edificio que todavía quedaban suspendidos, y evitar así nuevos derrumbes sobre el operativo de desescombro que fue preciso montar.