La Deputación se juega en los concellos de la Junta Electoral de Zona de Ourense. No puede ser de otra forma.
Es la Zona que aglutina a más concellos de la provincia, incluso a comarcas enteras como las de A Limia y Celanova, y elige 15 de los 25 diputados provinciales que conforman la Corporación Provincial.
De los cambios que se produzcan el 22-M en la Zona de Ourense va a depender que Baltar Pumar siga presidiendo la Deputación o llegue el relevo.

Esto quiere decir que, salvo que se diera el caso de que en la Zona de Trives el PSOE arrebatara al PP el único diputado que elige esta Junta Electoral, todos los cambios tendrán que darse en la de Ourense.
Lo que equivale a decir que de los 7 diputados que actualmente suman PSOE y BNG tendrían que pasar a 9, y, consiguientemente, el PP bajar de 8 a 6.
En realidad cambiar el color político del gobierno de la Deputación de Ourense no es tanto arrebatar al PP 2 de los 14 escaños que tiene actualmente, como restarle 2 a los 8 que tiene en la Zona de Ourense.

Los cambios en las otras zonas, con la salvedad de la Trives, como queda dicho, no son factibles. No lo son en la de Bande, donde el PP maneja una holgura considerable de votos para elegir a un único diputado, ni en las cuatro restantes, Ribadavia, Carballiño, Valdeorras y Verín, que eligen dos diputados y donde sería preciso producir un vuelco en los resultados de doblar y un voto más los resultados del Partido Popular.