Hasta 15 personas han caído en la desarticulación de una organización de ámbito nacional que se dedicaba a falsificar tarjetas de residencia y diversa documentación para adquirir teléfonos móviles de última generación, portátiles y tablets que nunca pagaban.
La organización accedía a una serie de documentación convenientemente falseada, de modo que al hacer en los comercios las operaciones los compradores resultaban ser sobradamente solventes, de modo que la operación se consumaba pero luego el comerciante nunca lograba completar el cobro de la mercancía que ya se habían llevado.

Los estafadores remitían a continuación la mercancía a Barcelona, donde estaba la sede de la organización, cuando no lo llevaban personalmente. Luego el material se colocaba en puntos de venta como era Internet e, incluso, locutorios, desde los que se consumaban las operaciones.
Tras el seguimiento que la Policía ha venido haciendo de la banda, se han detenido a quince miembros de la red de estafadores en las provincias de Barcelona, Burgos, Valencia y Ourense, y la organización ahora mismo se ha dado por desarticulada.
La comunicación de la Policía Nacional no establece si son uno o varios los ourensanos implicados en la trama y ahora detenidos, ni ninguna seña de su identidad.

En domicilios de Barcelona y Burgos se han realizado registros en los que se han intervenido numerosas tarjetas de residencia portuguesas e italianas, certificados de residentes, cartillas bancarias, nóminas y contratos. Todos estos documentos, todos falsificados, formaban parte del tinglado de mentiras que la organización tejía para dotar de credibilidad y solvencia económica a los compradores.