Un total de 14 detenciones ha llevado a cabo la Guardia Civil en el transcurso de la denominada Operación BOEL por actividades relacionadas con sicarios y extorsionistas a nivel de todo el país. Entre los detenidos hay un ourensano, según informó este jueves la propia Guardia Civil. Oficialmente no se han facilitado datos de esta persona.

La operación se llevó a cabo desde Navarra, por partir de aquí la denuncia inicial de finales de verano de 2009, de un vecino de Pamplona que alertaba de que en Internet existía un foro titulado “Asesinos a sueldo”.
La Guardia Civil comprobó que en dicho foro se ofrecían servicios como sicarios, o bien contactos con personas para propinar palizas, e, incluso, acabar con la vida de terceros.

El foro en cuestión utilizaba un dominio de México. Tras varios meses de investigación, los agentes pudieron comprobar que en algunos comentarios del foro se referían actos que se pretendían llevar a cabo en España. Había datos de posibles víctimas, y cantidades económicas a percibir por los “sicarios”, que oscilaban entre los 4.000 y los 10.000 euros. Posteriormente la Guardia Civil lograría ubicar a algunos de los que intervenían en dicho foro en España.
La colaboración de Microsoft Corporation en España acabó facilitando a la Guardia Civil la plena identificación de los usuarios españoles de este foro, practicándose 12 registros en los que se incautaron 20 ordenadores, 15 terminales de móviles y numerosos soportes de almacenamiento y correos electrónicos.

El detenido en Ourense sería un sicario que no llevó a cabo su trabajo, el que le encargó una mujer de Málaga, también detenida ahora: acabar con la vida de su marido, para lo que facilitaba fotos, matrícula del coche, horarios de trabajo e, incluso, lugar, fecha y hora idóneos para ejecutar el encargo. Sin embargo, como ocurrió en otros casos, la acción “no llegó a consumarse, ya que la persona detenida en Ourense no encontró el arma en el lugar que había convenido con otro detenido en Barcelona”, señala la Guardia Civil.

El foro en cuestión ha sido clausurado, y de la amplia investigación que se ha llevado a cabo, la Guardia Civil concluye que, como se suele decir, hay de todo en materia de intenciones de los usuarios: los que realmente tenían intención de iniciarse, contratar o ser contratados como sicarios; los que accedían con intención de estafar a sus víctimas para obtener un dinero rápido; e, incluso, los que querían vivir una fantasía sin percatarse del riesgo que esto entrañaba al contactar con verdadero profesionales de este tipo de encargos.