El Gobierno de Ourense con el alcalde del Concello al frente invocaron este viernes la intervención de la Xunta de Galicia en la situación generada por la anulación del Plan de Urbanismo de 2003 por sentencia del Tribunal Supremo. Sentencia que conoce el Concello de Ourense desde las siete de la tarde de este jueves en que le fue oficialmente notificada.
A resultas del fallo, que declara el PXOM de 2003 “nulo de pleno derecho”, no cabiendo recurso alguno contra dicho pronunciamiento judicial, entra en vigor automáticamente el PXOM anterior, el de 1986, una planeamiento muy obsoleto y desacorde con la realidad urbanística actual de la ciudad 25 años después.

Es por ello, y porque “este Goberno municipal non vai permitir que se paralice a cidade”, por lo que Francisco Rodríguez, alcalde, pidió públicamente al mediodía de este viernes que la Xunta de Galicia intervenga en la situación planteada por la anulación del Supremo: “con firmeza exigimos a Xunta que decrete un planeamento provisional”, dijo el alcalde de Ourense, quien recordó que “estas medidas son estrita competencia da Xunta de Galicia”. Una situación que, recordó el alcalde de la ciudad, es responsabilida del PP que gobernaba el Concello y elaboró dicho Plan de Urbanismo, y gobernaba la Xunta de Galicia cuya Consellería de Urbanismo dio el visto bueno a las normas de planeamiento ahora anuladas.

El equipo de Gobierno, con el alcalde y la concelleira de Urbanismo, Áurea Soto, al frente, consumieron buena parte de la mañana de este viernes en analizar con los técnicos jurídicos y de urbanismo el alcance de la situación, así como en clarificar qué proyectos defenderá el Concello que han de seguir adelante y analizar la situación en la que se hallan ahora mismo.
Tras un exhaustivo análisis, el Concello de Ourense propondrá a la Xunta de Galicia incorporar a esas normas todos los proyectos catalogados como “especiales” para la ciudad, aquellos que ya se hallan en marcha, así como otros que, incluso siendo de índole privada, se considere que redundan en beneficio del interés social de Ourense.

Rodríguez invitó a afrontar la situación que plantea la anulación del Plan de Urbanismo de 2003 desde “a serena preocupación, pero coa esperanza de atopar solucións a este problema”. En cualquier caso “con preocupación, porque hai que recoñecer que estamos ante unha grave situación”.
De hecho, Francisco Rodríguez dejó constancia de que el Gobierno municipal “non telelaremos que o PP pretenda eludir a grave situación que agora mesmo ten Ourense”. Y añadió, “Ourense está nesta situación polos desmáns urbanísticos do Partido Popular”.
El regidor ourensano, que volvió a referirse a la existencia de un cambiazo del planeamiento urbanístico como una de las anomalías que desencadenó la anulación del PXOM de 2003, señaló refiriéndose al PP y al portavoz de su Grupo Municipal en el Concello de Ourense, Enrique Novoa, que “si abren a boca só deberían facelo para pedirlle perdón á cidadanía e para decirnos a quen beneficiaron eses cambios que fixeron no planeamento”.