“Me tiene que decir qué tiene que pasar quien sabe”. Con estas palabras se refirió el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras del Ministerio de Fomento, Víctor Morlán, a que deben ser los técnicos y no los políticos los que hablen y, sobre todo, determinen, cómo se ha de producir la integración del AVE en la capital ourensana.
Cuando el secretario de Infraestructuras del Ministerio de Fomento se refirió también a uno de los argumentos que ha venido manejando sobre todo el PP para pedir el soterramiento de las vías en Ourense, el de que en la mayoría de las ciudades españolas ocurre así, Víctor Morlán señaló, concluyente, que “cada integración es un mundo, no se pueden comparar ciudades”.

De hecho, Morlán había dejado previamente los aspectos técnicos al director de Infraestructuras, para luego bajar él al ruedo político de la cuestión.
Así, recordó que en 2005 había 60 millones de euros para la integración y una integración totalmente en superficie, y que fue en 2007 cuando surgió el debate del soterramiento, los niveles de soterramiento y el hacerlo al completo.
Morlán señaló que “todas las propuestas son admisibles y es bueno que las haya”, pero dijo preocuparle “sin son propuestas electorales”. “La integración supone el debate del ciudadano, es legítimo y hay propuestas legítimas, pero me preocupa cuando esas propuestas son electorales”, recalcó el secretario de Infraestructuras del Ministerio de Fomento.

Por último, si el pasado martes el conselleiro de Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, descartaba en Ourense que la Xunta tuviera intención e interés alguno en “polemizar” con Fomento y el Concello de Ourense en relación a la integración del AVE, este jueves Víctor Morlán selló las buenas relaciones entre ambas administraciones: “las relaciones con la Xunta son buenas”, dijo el secretario.
Para luego referirse al Pacto do Obradoiro y ratificar que “Fomento cumplirá los plazos”, que siguen siendo que el AVE Ourense-Santiago-A Coruña esté operativo en 2011, y que la Alta Velocidad llegue desde Madrid a Galicia en 2015.