Los últimos fuegos prendidos en montes de la provincia de Ourense dan idea de la intencionalidad de los siniestros, al tener muchos de ellos en común la hora en que se iniciaron: últimas horas de la tarde, primeras de la noche.
Con esta acción, los incendiarios tratan de evitar al máximo la intervención de los efectivos aéreos, que en algunos casos llega a producirse sin poder controlar el incendio para cuando cae la noche y aviones y helicópteros tienen que dejar de volar.
Tres de los fuegos que se produjeron el pasado martes son ejemplo de ello, los de Cualedro, Lobios y Manzaneda. En los tres concellos ya había ardido con anterioridad este verano. En cualquiera de ellos los medios áreos pudieron atacar el fuego en el momento de iniciarse, dadas las horas en las que arrancaron los incendios.
Así, en el caso de Cualedro el inicio del fuego se registró a las 20:45 Hs., nueve menos cuarto de la tarde, el que se produjo en la parroqia de Santa María de Cela, Lobios, se detectó en torno a las diez y media de la noche, y cerca de las once de la noche, a las 22:55 Hs., el que devastó montes de la localidad de Cernado del municipio de Manzaneda.
Medio Rural de la Xunta dio cuenta este jueves de que este fuego quedó extinguido entrada la noche del miércoles. Durante las 23 horas que permaneció activo ardieron 48 hectáreas de monte raso. Actuaron en su extinción 19 brigadas, 6 motobombas y una pala, y durante el día del miércoles se sumaron a las tareas 6 helicópteros.
Las 48 hectáreas quemadas en el incendio de Cernado, Manzaneda, se suman a las a las 56 del de Cualedro (Santa María de Lucenza) y a las 164 del fuego en los montes de Santa María de Cela de Lobios. Lo que significa un total de 268 hectáreas quemadas en sólo 3 incendios que se produjeron en una franja de poco más de dos horas de la misma tarde-noche, la del pasado martes, día 17.
Otro aspecto en común de los tres incendios es la escasa superficie de arbolado al que afectaron, 10 hectáreas, siendo las 258 restantes de monte raso.
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