Pese a que Iberdrola gestiona en el más absoluto de los sigilos la joya de sus proyectos de ampliación de producción en el río Sil, algunas informaciones apuntan a que la hidroeléctrica estaría ahora mismo “corrigiendo” la ubicación de la balsa que será preciso construir para desarrollar el proyecto denominado “Santa Cristina”.
Es el tercero y último de los tres que Iberdrola prevé llevar a cabo en el Cañón do Sil, y también el que mayor impacto visual causará a esta zona LIC, Lugar de Interés Comunitario, de la provincia ourensana.
También constituye el proyecto estrella de la hidroeléctrica del paquete proyectado para ampliar potencia producida, ya que sólo “Santa Cristina” reportará 750 MegaWatios frente a los 176 que supondrán las obras que actualmente está llevando a cabo en Santo Estevo o los 25 extra que aportarán los que tiene previsto iniciar en la presa de San Pedro.
Es decir, sólo Santa Cristina supone más tres cuartas partes de los 1.000 MegaWatios que la compañía prevé que le reporten los tres proyectos solicitados en la cuenca del Sil.
Sin embargo, la hidroeléctrica podría haber recibido consignas con relación a la obra que representa los mayores problemas para desarrollar el proyecto, una balsa que a modo de lago artificial es preciso construir en una repisa del Cañón del Sil. Pese a que inicialmente Iberdrola preveía construir la balsa próxima al río, en las proximidades de las localidades de Caxide, Couto, Coutiño y Santigueiro de Parada do Sil, según la información de la que en su día disponía ADEGA, la empresa podría variar el emplazamiento de dicha balsa a un punto “más interior” de menor impacto visual. Es decir, donde la balsa se viera mucho menos.
Pese a la existencia de informaciones en este sentido, ni la Asociación Ecoloxista para a Defensa Ecolóxica de Galicia ni ningún otro colectivo relacionado con la Ribeira Sacra ha podido confirmar este extremo, informando ADEGA de que tampoco al Concello de Parada do Sil le consta cambio alguno de ubicación en las previsiones establecidas por Iberdrola.
En cualquier caso, la hidroeléctrica maneja cualquier información relacionada con el asunto con el máximo secretismo, consciente de que el tercer proyecto del lote del Sil será el más polémico y el que mayores trabas legales puede encontrar.
Entre otras cosas porque el Ministerio de Medio Ambiente se ha basado siempre para autorizar los proyectos “Santo Estevo II” y “San Pedro II” en que no suponen obra nueva sino la ampliación de lo ya existente, algo que no ocurre con “Santa Cristina” que sí precisa construir una balsa de aproximadamente un kilómetro de diámetro en el que almacenar durante la noche el agua que turbinar durante el día.
De confirmarse estas informaciones, el aprovechamiento de Santa Cristina ya no se parecerá tanto al de La Muela en Cortes de Pallás, Valencia, (con una balsa de 1,8 kilómetros de diametro en su zona más ancha) como en un principio proyectaba Iberdrola, ni tampoco el comienzo de las obras parece que vaya a cumplir las previsiones marcadas por la empresa. La hidroeléctrica, según los planes expuestos por el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, el 4 de julio de 2009 en un acto que tuvo lugar en el Parador de Santo Estevo, preveía comenzar las obras del proyecto “Santa Cristina” en 2010 y finalizarlos en 2017.
A plena potencia, Santa Cristina podría reportar a Iberdrola unos 38.000 euros cada hora de producción.
Balsa de Muela de Cortes de Pallás vista a su altura. Tiene 1.800 metros en su zona más amplia. |