La irrupción de la sociedad cooperativa Galivivienda XXI en el negocio del ladrillo de la capital ourensana violenta el equilibrio sostenido durante lustros en Ourense. Casi tantos como los que ha durado la burbuja inmobiliaria o los que a la iniciativa privada le ha durado el veto del Concello de Ourense a la vivienda de promoción pública. El hecho de irrumpir en el panorama una sociedad cooperativa que asegura que no construirá para vender sino para adjudicar las viviendas a sus socios cooperativistas, ha desatado desde la sombra una campaña de dudas e, incluso, de presuntas irregularidades que intentan minar la iniciativa. Pero quien ha urdido el plan, el presidente de la sociedad, no se sorprende y avisa: “costará, lo sabemos, pero entraremos (en Ourense) ya haremos más cosas”. Demasiadas emociones fuertes, 15 años sin vivienda protegida y ahora va y llega una cooperativa.
 
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La irrupción en Ourense de la vivienda pública en régimen de cooperativa conmociona el negocio del ladrillo
 
10 de FEBRERO de 2010: OURENSE DIXITAL

La irrupción de una sociedad cooperativa en la oferta de la vivienda pública de Ourense, congelada durante al menos los últimos 15 años (las tres legislaturas de Gobierno municipal del PP con Manuel Cabezas como alcalde) y los casi 3 años que contabiliza el bipartito de PSOE y BNG, ha violentado el dominio del negocio del ladrillo por la iniciativa privada en la capital ourensana. También las fuerzas políticas se decantaron este martes, al cuestionar el Grupo Municipal del PP la iniciativa de la sociedad Galivivienda XXI acusándola de “poner el carro antes que los bueyes” en una acción dirigida al alcalde de la ciudad, el socialista Francisco Rodríguez.

“Estaremos en Ourense, costará, lo sabemos, pero entraremos y haremos más cosas”, dijo a Ourense Dixital el presidente de la iniciativa, el arquitecto ourensano de 32 años Iván Blanco, presidente de la sociedad cooperativa que promueve esta iniciativa. “Aquí los ourensanos no tienen nada que temer porque ellos serán los que saldrán ganando, tendrán unos pisos estupendos a unos precios estupendos”, añadió Blanco.
La sociedad se prepara para asumir la adjudicación de la parcela de Mariñamansa, al resultar su propuesta la mejor valorada por los técnicos de la Mesa de Contratación el pasado día 14 de diciembre.
El responsable jurídico de la sociedad, Rafael Román, admite que “todavía no hay adjudicación, es cierto, pero de eso se advierte también al cooperativista, que no perdería nada si finalmente no existiera tal adjudicación”.

Para el presidente de la sociedad, Iván Blanco, “sólo es cuestión de pocos días”, y se recuerda que desde la fecha de la apertura de plicas, el 14 de diciembre pasado, el Concello dispone de dos meses para realizar la adjudicación provisional. El plazo expira, por tanto, el día 14 de este mes de febrero.

"Esto ni es una empresa ni se vende vivienda"

Es aquí, una vez que se produzca la adjudicación provisional, cuando los plazos empiezan a correr con una cierta urgencia para este tipo de iniciativas y sociedades.
Tal y como se recoge en la documentación que se facilita en la web de la iniciativa, el cooperativista, hasta este momento denominado “cooperativista expectante”, debe dar el primer paso para convertirse en cooperativista de hecho.
Tendrá que hacer la primera aportación de capital con la que constituir legalmente la sociedad cooperativa, que a partir de entonces pasa a existir, lo mismo que la finalidad de la misma, la construcción de las 75 viviendas, en el solar adjudicado a la sociedad.

El arquitecto Iván Blanco recalca que “esto ni es una empresa ni se vende vivienda, la vivienda se adjudica, pero no a cualquiera sino a los socios de la cooperativa”. El promotor de la iniciativa explica que en Ourense quizá cueste más entender este sistema “porque aquí no hay experiencia en este tipo de iniciativas”, mientras señala que “los precios de las viviendas no es exactamente que sean caros o baratos, que ciertamente están por debajo de los de la vivienda libre, son los precios que marcan los módulos de la Xunta, nada más”.

El promotor de la iniciativa, que ya desarrolla otras similares en Cee, A Coruña, y Madrid, insiste en que “el sistema es totalmente válido y funciona en otras ciudades”, mientras sostiene que “difícilmente puede haber, si no es a través de otra cooperativa, una oferta tan ventajosa para el Concello de Ourense como la nuestra”. Galivivienda elevó considerablemente las contraprestaciones que exigía en el pliego de condiciones el Concello de Ourense para hacerse con este solar de la Finca Mariñamansa, llegando hasta los 3 millones de euros de compensación a las arcas municipales.

 

La cosa es muy simple, el tocino y la velocidad no tienen nada que ver, pero peor compañía hacen el hambre y las ganas de comer. Aquí se ha juntado la vivienda protegida a la que el Gobierno del bipartito acaba de romperle el candado, y una cooperativa que irrumpe en el solar monopolista del negocio del ladrillo (ese si que es un solar y lo demás son coñas) con nada menos que una cooperativa. Si no quieres caldo ahí tienes dos tazas.
En cualquier caso (esencial para la comprensión del tinglado) las viviendas no las regalan, que nadie piense que las van a rifar, ni siquiera son más baratas, simplemente son menos caras.
Eso tan sutil que va entre lo no más barato y lo no tan caro, es el monopolio lustral que tuvieron (y si esto falla aún tendrán) en Ourense los promotores.
Difícilmente cualquier reacción contraria puede estar al margen de sus bien engordadas carteras. Su sombra, además de alargada, es gruesa.

 
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