Las Urgencias Pediátricas del CHOU contabilizaron un pico importante de consultas el pasado lunes que produjo hasta esperas de más de cinco horas de padres y niños. Llegaron a contabilizarse hasta 50 esperas para dos facultativos y una residente que atendieron el servicio este día, mientras desde la dirección del CHOU únicamente se explica que “las urgencias son imposibles de predecir”. Los responsables del CHOU admiten que hubo “desbordamiento” en Pediatría, pero muchos padres prefieren hablar de “caos” en un servicio ahora mismo único. En días como estos no hay más pediatras que en el CHOU, y los responsables del Complejo tampoco contemplaron eventualidades como las que producen el considerable número de desplazados en fechas tan complicadas para la salud de los pequeños como son estas.
 
 
Urgencias Pediátricas del CHOU se colapsó con esperas de niños y padres de más de cinco horas
Fotografía : JOSÉ CERDEIRA 
9 de ENERO de 2009: OURENSE DIXITAL

Hasta cinco horas, incluso más, hubieron de esperar niños y padres para ser atendidos este pasado lunes en Urgencias Pediátricas del Complejo Hospitalario de Ourense, en lo que las autoridades sanitarias han calificado de “repunte de pacientes” que precisaron este tipo de asistencias médicas.
Mientras los responsables del CHOU hablan de “desbordamiento” de consultas, extremo que admiten, varios padres e, incluso, personal del propio Complejo Hospitalario, admiten que existió el “caos”, sobre todo la jornada del lunes, 7 de diciembre.

Mientras las autoridades sanitarias explicaron a algunos medios de comunicación que influyó en la situación el hecho de los numerosos desplazados a Ourense que produjeron las fechas de los recientes festivos, se ha obviado tanto la falta de previsión de este extremo como que Urgencias Pediátricas del CHOU estuvieran atendidas durante estas fechas por sólo dos médicos y un residente. A pesar de ello, la versión oficial facilitada desde el propio Complejo Hospitalario de Ourense es que “las urgencias son imposibles de predecir”.

Tampoco contribuyó a paliar la situación el hecho de que las únicas atenciones pediátricas que sigue dispensando el SERGAS se encuentran en esta Unidad, una vez suprimida Pediatría del Centro de Urgencias de la calle Concejo.
En lo único que se tradujo el hecho de que unos padres acudieran a Urgencias del CHOU después de haber pasado por este Centro y otros no, es que lo primeros tuvieron preferencia sobre los segundos a la hora de ser atendidos sus hijos, al menos oficialmente.

La situación generada el pasado lunes, que se repitió el martes si bien en mucho menor grado, fue califica de “inhumana” e “irracional” por varios de los padres, varios de los cuales aseguraron haber tenido que esperar más de cinco horas para que su hijo fuera atendido. El propio personal a cargo de Urgencias Pediátricas del CHOU exteriorizó su malestar por la situación que tuvieron que afrontar este pasado lunes sin que las autoridades sanitarias hicieran absolutamente nada para paliarla.

  “Las urgencias son imposibles de predecir” debe ser como lo del “tiene que ser un virus” o “es psicosomático” es decir, respuestas tantas veces fáciles.
En la sanidad pública hay unas cuantas personas muy bien pagadas también para hacer esto, predecir, incluso lo que roza con lo imposible de predecir. En realidad se les paga para ese tipo de cosas, por pensar, predecir, prever, prevenir. Es su trabajo.
De todos modos, situaciones como esta no son exactamente “imposibles” a la hora de poder predecirse. Si se trabaja sin más pediatras que los de Urgencias del CHOU y estamos en las fechas en las que estamos, es preciso introducir a esas “predicciones” estas “variables”. Los resultados pueden no ser exactos, pero evitan éstos caos.
Los responsables del CHOU, con Eloína Núñez Masid a la cabeza, no pueden pretender que nos volvamos estúpidos de repente. A no ser que quiera ella aplicar también a la salud de los niños esa teima de ahorro a ultranza que tanto predica su primo, el presidente de la Xunta.
 
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