Coincidiendo con el reciente inicio del curso escolar, la Dirección General de Tráfico anuncia que, a partir de este jueves, día 15 de octubre, llevará a cabo una campaña especial de vigilancia y control de transporte escolar y de menores, que en la provincia ourensana implicará a las policías locales de 10 concellos.
Desde el pasado curso escolar 2007-2008, todos los vehículos dedicados al transporte escolar deben cumplir todos los requisitos que se recogen en el Real Decreto  443/2001 de 27 de abril sobre condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores, en el que se estipula la obligatoriedad de que los menores vayan acompañados en el autobús por una persona debidamente cualificada, la antigüedad máxima de los vehículos destinados a este tipo de pasajeros, el seguro de responsabilidad civil ilimitado o la obligatoriedad de llevar señal de transporte escolar, entre otros.

A partir de ahora y para los próximos años, todos los autobuses dedicados a este transporte deberán llevar instalados cinturones de seguridad. De hecho, desde el uno de octubre de 2007 no se matriculan en la DGT ningún autobús que no disponga de los mismos. Por lo tanto, poco a poco, cinturones y sistemas de retención tienen que formar parte del día a día del transporte escolar, por lo que se anuncia que durante esta campaña se realizará especial hincapié en la utilización de los cinturones de seguridad y sistemas de retención.

Aunque esta campaña se realiza en todo el territorio español, en Galicia tendrá una especial incidencia puesto que cuenta con más de 4.000 rutas de transporte escolar y más de 2.000 autobuses dedicados al mismo, lo cual la convierte en una de las comunidades con mayor incidencia de este tipo de transporte.
En todo caso, desde la Jefatura Provincial de Tráfico consideran que el transporte escolar es un medio seguro. En la provincia, se registraron dos siniestros en 2008  y uno en  2009, con 7 heridos leves en total. Los casos más  delicados se presentan en la subida y bajada de escolares al vehículo  donde  se deben extremar las precauciones por el acompañante y los responsables educativos del centro. Todavía se recuerda el caso de Allariz, en 2008, cuando se produjo un atropello mortal al cruzar la calle un escolar para entrar a su centro de enseñanza de Secundaria.