Aunque en este caso las comparaciones más que odiosas serían peligrosas, el Barbaña sigue sin estar a buen recaudo. Este pasado fin de semana la salud de este río seguía presentado síntomas de debilidad bastante claros, como se puede notar en estas fotografías. Abundantes lodos en los remansos de la corriente, algunas manchas evidentes de aceite y espuma no producto del batir del agua en la salida de la represa que se sitúa a la altura del Puente de Ervedelo. Puede que, afortundamante, la situación no tenga nada que ver con la del pasado 24 de junio, pero la salud del Barbaña sigue sin ser envidiable, precisamente.
 
 
La salud del Barbaña sigue siendo muy endeble a su paso por la capital ourensana
10 de AGOSTO de 2009: OURENSE DIXITAL

El río Barbaña a su paso por la capital ourensana sigue resintiéndose de forma considerable. Todavía en la memoria lo ocurrido el pasado 24 de junio, con la grave contaminación que acabó con toda la fauna piscícola, el río sigue dando muestras de malos tratos y sus aguas, poco antes ya de incorporarse a las del Miño, reflejan a la altura del Parque al que le da nombre su endeble salud.

Estos pasados sábado y domingo, el Barbaña remataba una semana durante la que ya algunos vecinos de esta zona habían advertido de la presencia de espuma en su cauce, que se hacía más notoria en la caída de la represa que se ubica casi bajo el Puente de Ervedelo.

Así mismo, la balsa que crea dicha represa fue acumulando suciedad de dudoso origen, pero que podría ser de materia orgánica vertida al río sin

la debida depuración, a lo largo de toda la semana. Hasta convertirse en un remanso de aguas tan poco limpias como muy frecuentadas por los patos.
En algunas zonas puntuales del cauce del Barbaña, como bajo el Puente de Portocarreiro, permanecieron durante todo el fin de semana las evidencias de algún vertido de sustancia engrasante o aceite.

Ello sin contar la cantidad de suciedad, bolsas y botellas de plástico, que se acumulan entre la cada vez más densa vegetación de su cauce.
No sólo no está a salvo, sino que la salud del Barbaña sigue siendo muy endeble.



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