CSIF y Comisiones Obreras en la factoría de Vidriera del Atlántico de Xinzo de Limia han roto su silencio para denunciar amenazas y coacciones de sindicalistas a trabajadores de la factoría, así como para informar de que el proceso de revocación de sus delegados es ilegal y de que acudirán a las autoridades competentes en caso de que se consume.
En este sentido, advierten ambos sindicatos a los trabajadores que “os están enganando”, ya que el referéndum propuesto es “totalmente ilegal”. Aluden al punto tercero del artículo 67 del Estatuto de los Trabajadores, donde se hace constar que “solamente podrán ser revocados los delegados de personal y miembros del comité durante su mandato, por decisión de los trabajadores que los hayan elegido, mediante asamblea convocada al efecto a instancia de un tercio como mínimo de los electores y por mayoría absoluta de éstos, mediante sufragio personal, libre, directo y secreto. No obstante, esta revocación no podrá efecturarse durante la tramitación de un convenio colectivo, ni replantarse hasta transcurridos, por lo menos, seis meses”.

“Dende CCOO E CSIF entendemos que seguimos negociando este convenio, e tamén temos claro que a CIG tamén o ten así de claro porque está a seguir coas reivindicacións que se plantexaban dende o principio do conflicto”, señalan ambas centrales a la hora de hacer valer lo señalado que “esta revocación no podrá efecturarse durante la tramitación de un convenio colectivo”.

Amenazas, coacciones, pintadas e, incluso, agresiones

Así mismo, CSIF y Comisiones Obreras denuncian públicamente las “prácticas antidemocráticas” que se están llevando a cabo por parte de algunos dirigentes sindicales “aniquilando as voces de  todos aqueles compañeiros e compañeiras que opinan dunha forma distinta”, señalan.
Según ambas centrales, existe acoso a muchos trabajadores de la planta de Vidriera del Atlántico en Xinzo, “sobor de todo aos delegados de CC.OO. e CSIF”, señalan ambos sindicatos.

Las amenazas, insultos y pintadas en varias localidades de la comarca han llegado, incluso, a las agresiones personales, según denuncian CSIF y Comisiones Obreras.