El episodio sufrido por el Sil esta pasada semana a causa de las obras del proyecto “Santo Estevo II”, no será un episodio aislado y único en esta zona de Os Canóns do Sil. El Estudio de Impacto Ambiental que Iberdrola presentó al MARM y que la ministra, Elena Espinosa, firmó el 23 de mayo de 2008, establece que de aquí al 2012, fecha de finalización de las obras, habrá impacto en la fauna, en las viviendas más próximas a los trabajos e, incluso, en los catamaranes del Sil y para los visitantes de la zona. El Estudio ya contempla que habrá “entre y una y dos voladuras diarias por tajo”, hasta un total de cuatro diarias. Y que para mover los 219.951 m3 de escombros que provocará el tunelado hasta la vieja cantera del Embalse de Santo Estevo, habrá un importante tráfico de camiones de “entre 4 y 8 horas al día”.
 
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El proyecto “Santo Estevo II” prevé hasta 4 voladuras diarias e impacto en la fauna, en las viviendas próximas y para los visitantes
20 de JULIO de 2009: OURENSE DIXITAL

El secado que Iberdrola infringió al Sil esta pasada semana entre la desembocadura del Embalse de Santo Estevo y Os Peares, no será un episodio aislado ni la única alteración que el proyecto “Santo Estevo II” cause al río ni a su entorno en esta franja de Os Canóns do Sil. El Estudio de Impacto Ambiental que presentó en su día la empresa y que la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, autorizó el 23 de mayo de 2008, contempla, al menos, alteraciones por voladuras, “impacto referido a molestias a los visitantes” de la zona, y un nada concreto calendario en materia de realización de los trabajos.

El Estudio establece que habrá “entre una y dos voladuras diarias por tajo”, uno para la excavación de la central y otro para la excavación de la conducción. Sin embargo, todas ellas serán “voladuras especiales”, señalando Iberdrola que tal consideración se debe a la proximidad de las mismas a instalaciones eléctricas y a la propia presa de Santo Estevo. “Por lo que se llevará a cabo un control de vibraciones, limitando la carga máxima instantánea de explosivo aplicada en cada voladura”.
Limitación que, según se hace constar en el Estudio de Impacto Ambiental, está más en función de las características de la obra y de la necesidad de salvaguardar las propias instalaciones, que de todo lo demás. Ya que en el propio Estudio se deja constancia de que, tanto ellas como el trasiego de vehículos y la emisión de ruídos asociados a la maquinaria, “pueden producir una alteración en el comportamiento de la fauna y molestias en las viviendas más cercanas en las obras”.

Tráfico de camiones de “entre 4 y 8 horas al día”

Los trabajos, que no se prevé que finalicen antes de 2012, también prevén que se produzca impacto referido a “molestias a los visitantes/usuarios del catamarán, así como a los turistas en general, fundamentalmente por el trasiego de camiones con materiales o maquinaria”. Es todo cuanto se hace constar en el Estudio de Impacto Ambiental en el capítulo de “Afección a la explotación turística”.
No obstante, se recoge que en los momentos más álgidos de las obras existirá un tráfico importante de camiones en labores de desescombro “entre 4 y 8 horas al día, en función de la coincidencia o no de las voladuras en ambos frentes”. Y es que el proyecto “Santo Estevo II” contempla mover un volumen de excavación de 219.951 m3, los cuales saturarán prácticamente la antigua cantera donde se proyecta depositarlos con una capacidad estimada de 242.000 m3.

“Molestias en las viviendas más cercanas a la zona”

El Estudio de Impacto Ambiental admite no sólo que turistas, visitantes y gentes del lugar pueden verse afectados por los obras, sino que también puede producirse alteración del comportamiento de la fauna y molestias en las viviendas más cercanas.
El párrafo refiere, textualmente, que “Durante las obras, el trasiego de vehículos y personas, la emisión de ruídos asociados a la maquinaria, voladuras y otras labores de construcción, pueden producir una alteración en el comportamiento de la fauna y molestias en las viviendas más cercanas a las obras”.

Por último, Iberdrola establece que las actuaciones que corresponderán al “emboquillaje de la galería de acceso principal” darán comienzo fuera del periodo comprendido entre los meses de febrero y mayo “con el fin de minimizar la afección a la avifauna”; que las excavaciones de la “embocadura de la toma y de la descarga” se iniciarán a finales de la primavera para aprovechar los períodos de estiaje y tendrán un número limitado de voladuras; mientras el resto de excavaciones, que serán todas subterráneas, “se prolongarán en torno a tres años, necesitando entre una y dos voladuras diarias por tajo”.

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