Por tecer año consecutivo, las piscinas municipales de la zona superior de Oira, “las de arriba” o “las de pago” como se las conoce familiarmente, no abrirán ese verano. El complejo permanecerá cerrado como ocurrió en los veranos anteriores, por decisión de los responsables municipales. Si embargo, según ya ha transcendido públicamente, en el cierre de las piscinas subyace la intención del Concello de adjudicar su explotación a una empresa privada, idea con la que incluso se viene especulando para otras instalaciones municipales deportivas, según ha podido saber Ourense Dixital.

En declaraciones al diario Faro de Vigo este miércoles, el concejal de Deportes, Fernando Varela, se basa para confirmar la intención de su departamento de privatizar las piscinas en un estudio de viabilidad que se habría encargado a una empresa, y que establece que “no es rentable mantener abiertas las piscinas públicas de pago de Oira, pues acuden una media de 50 personas al día en verano”.
En ningún momento se alude a la posibilidad de hacer gratuito el complejo, pese a que en las que lo son llegan a producirse saturaciones de bañistas algunos días de los meses de verano.

La idea del Concello de Ourense es completar un paquete de piscinas entre estas y las que está previsto construir en Eiroás, que se ofrecerían para su explotación conjunta a una empresa privada. Según manifiesta el propio edil del BNG, en el caso de las de Oira se facultaría a la empresa encargada de su explotación para ubicar aquí un aprovechamiento lúdico tipo Aqua Park, semejante al que existe en otras ciudades españolas.
La concesión de los servicios se contempla por un período de tiempo no inferior a los 35 años.
Curiosamente la noticia ha transcendido una vez que este pasado día 22 ha concluído el período para presentar alegaciones, trámite que se ha salvado sin que se produjera ninguna al proyecto.

Proyecto supeditado a la entrada del AVE

Sin embargo, lo que ni se menciona hasta el momento ni se contempla por parte del Concello de Ourense es el impacto y la incidencia que sobre el proyecto puede tener la entrada de la Alta Velocidad en la ciudad.
De mantenerse las previsiones del Ministerio de Fomento, que constan por cierto en el Concello de Ourense aunque permanezcan celosamente guardadas, la zona de Oira en la que se ubican las piscinas sería sobrevolada por el viaducto de la Alta Velocidad que conecta la ladera de A Lonia con la zona de Peliquín salvando el Castro de Oira, y que será preciso construir en su momento.

Además del enorme impacto visual que acarrearía para este espacio, habría que contar la “incidencia en suelo” de la propia infraestructura, de la que no se conoce con exactitud pero que tampoco se descarta que no vaya a afectar a la zona superior de las piscinas de Oira.