Hay dinero en caja y hay voluntad de evitar los problemas por los que atraviesan las empresas en esta época de crisis. Son las dos principales razones para una medida que anunció este martes el alcalde de Ourense: el Concello se compromete a pagar sus facturas en no más de 60 días, dos meses, contados a partir de la fecha de recepción de la misma. Si tal compromiso no lograra afrontar, el Concello de Ourense asume los gastos de demora que genere cada día que pase sin haber abonado la cantidad correspondiente. Y no es necesario que el acreedor lo reclame, la medida se activa “de oficio”, automáticamente. Se denomina “Compromiso del Concello de Ourense contra la morosidad”.
 
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El Concello de Ourense pondrá en vigor el próximo día 18 su compromiso anti morosidad
Agustín Fernández
13 de MAYO de 2009: OURENSE DIXITAL
   

El pasado 28 de abril, el alcalde y el concejal de Economía e Facenda anunciaban que el Concello de Ourense se compromete a saldar sus operaciones comerciales en un plazo máximo de dos meses, a partir del cual el propio Gobierno que dirige como alcalde Francisco Rodríguez, se autoimpone el pago de intereses de morosidad a los acreedores que no vean satisfechas sus facturas debidamente emitidas por los servicios contratados con el Concello de esta ciudad. Y no hará falta que lo solicite el acreedor, se ejecutará automáticamente.
Este martes, Agustín Fernández anunció que la medida entra en vigor el próximo lunes, día 18 de mayo, a pesar de que en un principio se había especulado con la fecha del 7.

Esto quiere decir que a partir de esta fecha empezarán a correr los plazos para el propio Concello ourensano.
A menos que el Concello pueda demostrar que no es responsable del retraso y partiendo de la base de que el acreedor ha cumplido sus obligaciones contractuales y legales, superados los 60 días contados a partir de la fecha de recepción de la factura por el propio Concello, “el mero incumplimiento del plazo supondrá el devengo automático del interés de demora, sin necesidad de petición por parte del acreedor”, establece dicho compromiso presentado públicamente este martes.

La medida es fruto de dos situaciones, una coyuntural y la otra inherente al propio Concello de Ourense.
La primera deriva de la situación de crisis actual, que hace que sea necesario ayudar sobre todo a las pequeñas empresas. Por otra parte está el hecho de que las arcas municipales pueden ahora mismo permitírselo, coincidieron en señalar el alcalde y el concelleiro de Economía e Facneda, ya que el Concello de Ourense dispone ahora mismo de superávit de casi 15 millones de euros.
Ya el pasado 28 de abril el alcalde aseguró que esta medida “vai siñificar que as empresas van a cobrar nun tempo o menor posible e, dende logo, menor que ata o de agora”. El alcalde de Ourense recalcó que “queremos seguir contribuíndo a aminorar a crise e reducir esa inmensa preocupación que teñen as empresas e na que nos queremos colaborar na medida das nosas posibilidades”.

Por su parte, este martes el titular de Economía, Agustín Fernández, aludió a que Ourense se convierte en un municipio pionero en asumir la Ley Antomorosidad 3/2004, y confía en que las garantías que el Concello de Ourense da a los proveedores redundarán en que estos abaraten los costes a la hora de trabajar para este Concello.

 
 
 
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