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  La Xunta Local de Goberno consumó este jueves el cese de David del Río Balado como director Xeral de Recursos Humanos del Concello de Ourense. Se trataba de un cese anunciado incluso por el propio del Río, conocido por todos los grupos en el Concello, que no se había materializado hasta ahora a pesar de que el director permanecía desde hace semanas al margen de tomar cualquier tipo de decisión aún inherente a su cargo. Del Río hace el segundo director Xeral de Recursos Humanos que abandona, y sigue a Miguel Diéguez. No se prevé que se produzca una tercera designación para el cargo.
 
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27 de MARZO de 2009: OURENSE DIXITAL
   

El de David del Río Balado era un cese sobradamente anunciado. También conocido por todos en el Concello, desde el último funcionario al primer edil, el alcalde. Lo menos sabido y sobre lo que existían varias versiones era, además de las causas reales de sus ganas de irse y su escaso trabajo como director Xeral de Recursos Humanos, cuándo exactamente pensaba cesar.
Esto ocurrió en la Xunta Local de Goberno del Concello de este jueves, que, ténica y oficialmente, se da por enterada de las intenciones de del Río Balado.

David del Río sucedió en el cargo a Miguel Diéguez, también en el proceder y los resultados en los meses que estuvo como director Xeral de Recursos

Humanos, y también en la forma de deshacerse del cargo. Es, por lo tanto, el segundo "cartucho" del alcalde, Francisco Rodríguez, ya que en el Concello se coincide en que tanto él como el anterior elegido fueron "apuestas personales" del alcalde.

De hecho, David del Río nunca entró en la órbita del responsable de la Concellería de Recursos Humanos, Antonio Rodríguez Penín, y, al igual que su predecesor en el cargo, "sólo rendían cuentas al alcalde, Francisco Rodríguez, o eso dijeron siempre", señaló un representante sindical en el Concello de Ourense.
Aunque no está confirmado, es casi seguro que no habrá una tercera designación para el puesto y que el alcalde, Francisco Rodríguez, prescindirá del director Xeral de Recursos Humanos que nunca llegó realmente a funcionar.

 
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