Hasta este martes no se reunirán los titulares de los juzgados de instrucción de Ribadavia y número 2 de Ourense para decidir respecto al cadáver de María Socorro da Silva.
A las gestiones realizadas durante toda la mañana de este lunes por la madre de la joven brasileña asesinada a medidos del pasado mes de febrero, siguió una tarde de espera en la capital ourensana de la madre de la joven y los inmigrantes vecinos de la ciudad a que las autoridades judiciales resuelvan el caso.
En todo momento, la madre de la joven así como las dos mujeres inmigrantes que lideran este colectivo en pro del retorno a Brasil de las cenizas de la infortunada María Socorro da Silva, estuvieron asesoradas por la delegación en Ourense de Vicepresidencia da Igualdade de la Xunta de Galicia, extremo confirmado por el delegado Chema Ferreiro Abelleira.

El propio Ferreira Abelleria, que en todo momento manifestó querer permanecer al margen de cualquier protagonismo "nesta terrible e desgraciada historia", confirmó que Vicepresidencia de la Xunta se hace cargo de los costes del desplazamiento de la madre de la joven a Ourense, así como de los gastos derivados de la incineración del cadáver una vez llegado el momento, posiblemente este martes.
"Penso que é o menos que podemos facer por esta xente ante unha desgracia desta magnitude na que toda a axuda que se lle poida prestar é pouca", señaló Ferreiro Abelleira.

2.064 euros recaudados, el salario de un año de trabajo en Bacabal

La comunicación hecha por el delegado de Vicepresidencia a la madre de la joven así como a Sandra y Lidia, las dos jóvenes brasileña y dominicana, respectivamente, que se han colocado a la cabeza del movimiento de inmigrantes para devolver el cadáver de María Socorro da Silva a su Brasil natal, ha sido públicamente agradecida por las responsables de la iniciativa.
Confirmados estos extremos, toma cuerpo la idea de que el dinero recaudado en la cuestación popular se le dará a la madre de la joven fallecida para su hija de 8 años que quedó en Brasil con su abuela y sus tíos, los hermanos de María Socorro da Silva.

A media mañana de este lunes se contabilizaban en las huchas instaladas en varios locales de esta ciudad así como en la cuenta abierta en La Caixa, 2.064 euros.
De no ser por la intervención en el caso de Vicepresidencia da Igualdade, esta cantidad no llegaría para afrontar los gastos del desplazamiento de la madre de María Socorro da Silva y los trámites inherentes al proceso y la incineración en sí.
Sin embargo, son una aportación considerable para la pequeña y su familia si se tiene en cuenta de que esos poco más de dos mil euros son el equivalente al salario mínimo interprofesional de un año de trabajo en Rio de Janeiro.