José Blanco dedicó buena parte de la jornada de este viernes a Ourense, donde empezó cumplimentando al regidor municipal de esta ciudad, el socialista Francisco Rodríguez para luego dirigirse al Parque de San Lázaro a pié y, desde allí, seguir hasta la sede que su partido tiene en la rúa Ribeira de Canedo.

Fue aquí donde José Blanco vaticinó sobre el resultado de las elecciones gallegas del 1 de marzo, y auguró que "habrá un partido que perderá posiciones, el PP, y otro que las ganará, el PSdeG".
"Saben que me equivoco poco siempre en mis pronósticos", apuntó, tras referirse a los emitidos sobre la victoria del candidato socialista a la Alcaldía de Ourense.
Argumentó su pronóstico en su "plena confianza" en que Galicia "no se detendrá ni volverá al pasado", y en que los gallegos "no van a apostar en este momento por la aventura de final incierto" que, a su juicio, representan el PPdeG y su presidente, Alberto Núñez Feijóo.
"Los gallegos responderán positivamente a la gestión del mejor Gobierno que nunca tuvo Galicia", confió.

En el lado opuesto al que calificó como "el mejor Gobierno de la historia de Galicia" situó al PP, y censuró que "cree que tiene posibilidades de ganar en la medida en que le vaya mal a los españoles y a los gallegos". "Esto demuestra que le importa poco el bienestar y el progreso", dijo, y acusó al PP de que "lo único que le importa es que cuanto peor vaya es mejor para su resultado electoral".
Blanco defendió que el PSdeG se plantea el objetivo de "obtener el mayor respaldo" de los ciudadanos para "el mejor presidente de Galicia", Emilio Pérez Touriño, y valoró también "positivamente" la "experiencia" del Gobierno bipartito con el BNG. "Siempre hay matices cuando hay formaciones con perfiles distintos", admitió, aunque celebró que la gestión fue "muy positiva".

Voto en urna sí, pero por correo también

El vicesecretario general del PSOE criticó a los que, según él, "demagógicamente", piden que el voto en urna para la diáspora se implante en los consulados. El sistema no vale para José Blanco puesto que, dijo, "privarían a personas que viven a 2.000 kilómetros de distancia de ejercer su derecho al voto".
"Si sólo pudieran votar en los consulados, me pregunto qué persona cogería un avión para ir a votar", incidió, y apostó, en cambio, por "garantizar todos los mecanismos de transparencia".
En este sentido, admitió el voto en urna siempre y cuando sea compatible con el voto por correo, "al igual que lo en España". Según Blanco, "sólo así no se restringirán derechos".

Del mismo modo, defendió que la reforma sobre el texto normativo debe dar a los emigrantes la posibilidad de que tengan sus representantes elegidos directamente. Así, abogó por crear una circunscripción exterior, con el fin de que los residentes ausentes "no sólo tengan el voto, sino también que su voz esté en el Parlamento".
"Esta es la diferencia con aquellos que, por intereses electorales, quieren restringir derechos", añadió Blanco, al tiempo que insistió en la "necesidad" de garantizar los derechos en la emigración.
Línea argumental que le sirvió para anticiparse a los resultados electorales en el exterior y justificar que "a nadie le debe sorprender que la gente exprese su satisfacción de una política de reconocimiento de derechos con un aval electoral".

Según José Blanco, tan sólo en cuatro años en Argentina se reconocieron "más del doble" de las pensiones asistenciales existentes para personas que tenían derecho a ellas y que "el PP les negó durante su etapa de Gobierno". Asimismo, apuntó que, sólo 4.000 personas tenían derecho a asistencia sanitaria en el momento del cambio de gobierno, mientras que "ahora son 22.000". "Se multiplicó la cifra por cinco", dijo.
Además, el número dos de los socialistas en España añadió que "el 90 por ciento de los nietos de los emigrantes tendrán acceso a la nacionalidad española", en virtud de la disposición adicional séptima de la Ley de Memoria Histórica, que concede el pasaporte español a las personas descendientes de exiliados entre los años 1936 y 1955.