Cámara Aberta tiene razón en sus argumentos: la mayoría de los dos tercios no es la que aplicó el presidente de la Cámara de Comercio de Ourense para aprobar prácticamente todo lo aprobado durante este año, y la que permitió que se aplicara la secretaria del órgano cameral, Covadonga Toca.
Ahora, la Xunta de Galicia a través de la Dirección Xeral de Comercio, reprende a la Cámara ourensana y la advierte de que debe aplicarse correctamente el Reglamento, su propio Reglamento, porque la mayoría de los acuerdos adoptados durante todo este año y buena parte del 2007 lo fueron irregularmente.
Es más, la Xunta de Galicia da validez a los acuerdos plenarios pese a ser ilegalmente adoptados, sólo considerando el alcance que tienen y el daño que se causaría a la propia Cámara en caso de ser anulados. Baste pensar que, entre otros, se anularían los presupuestos del año en curso y también los de 2007.
La Xunta de Galicia le indica a la Cámara de Comercio de Ourense que la mayoría exigida para aprobar los asuntos cuando las sesiones comienzan en segunda convocatoria y no en primera, es la de los dos tercios de los presentes en el pleno. No es así cuando las sesiones comienzan en primera convocatoria, que basta con la mayoría simple para aprobar los asuntos llevados a pleno. Sin embargo, para que las sesiones comiencen en primera convocatoria deben existir, previamente, esos dos tercios de los integrantes del plenario.
Como quiera que la gran mayoría de las veces esto no ha ocurrido, el presidente de la Cámara, con el consentimiento de la secretaria, Covadonga Toca, aprobó todos los asuntos llevados a pleno con mayoría simple de los presentes en vez de los votos de los dos tercios del plenario como establece el Reglamento de las cámaras. Dicho de otro modo: Ovidio Fernández ha sisado votos a sus acuerdos y la secretaria, Covadonga Toca, lo ha permitido.
El toque de atención dado ahora por la Xunta de Galicia, que se produce con mucho retraso dado que desde que la situación fue denunciada por Cámara Aberta han transcurrido ya varios meses, supone el respaldo a lo que sostenía el Grupo de Trabajo de Jorge Bermello y un correctivo al Ejecutivo cameral de Ovidio Fernández.
No obstante, el mayor varapalo lo representa para la secretaria de la Cámara ourensana, Covadonga Toca, que, por su condición de tal, está llamada a velar por el cumplimiento de la legalidad. Extremo con el que reiteradamente no ha cumplido. |
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