"Desde del traslado de la Policía Local a su nuevo edificio el vandalismo en el centro es constante", aseguran los representantes del Centro Comercio Aberto "Ourense Centro" en un comunicado, en el que denuncian que, sobre todo por las noches, proliferan los cristales rotos, las pintadas y los escaparates rayados sobre todo a vuelta de los fines de semana.
La calle de La Paz, Santo Domingo, Paseo, Habana o Lamas Carvajal son los lugares preferidos para estas fechorías. Señalan los comerciantes que "estos rayazos no pueden eliminarse por ningún método, lo que le supone al comerciante asumir un elevado gasto de sustitución del cristal, unido a la incertidumbre sobre cuanto tiempo permanecerán en buen estado". El coste que supone a los comerciantes el cambio de los cristales va desde los 600 euros hasta los 3.000, dependiendo de las dimensiones de los mismos.

La situación "que parece no tener solución", sostienen los representantes del comercio del centro de la capital que tiene ahora mismo muy preocupados a los comerciantes, por lo que representan de gastos extraordinarios que agravan todavía más el resultado del parón que sufre ahora mismo el comercio.
Señalan que , ante situaciones parecidas, algunas ciudades gallegas han adoptado medidas más firmes para solucionar estos problemas de vandalismo como la instalación de cámaras de seguridad. Este es el caso de Santiago o A Coruña que las instalaron hace varios años en sus calles más comerciales, con unos resultados muy satisfactorios. Por su parte en Vigo los comerciantes de Príncipe han logrado que se instalen cuatro cámaras este año. "En Ourense solo hay instaladas cámaras para el control del tráfico", señalan los comerciantes.

Ahora, el Centro Comercial Aberto "Ourense Centro" plantea a las administraciones competentes "la máxima implicación para poner fin a los actos vandálicos que se vienen sucediendo de forma persistente durante los últimos fines de semana, y cuyas consecuencias afectan negativamente a la imagen de la ciudad".