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Problemas de última hora en uno de los grupos de estabilizadores de la plataforma metálica, retrasan el traslado del cuerpo central o arco del nuevo puente de la OU-801 río Miño abajo desde Arnoia, donde se construyó, hasta el lugar de su ubicación, el mismo río a la altura de las localidades de Cortegada y Filgueira. En Arnoia, la expectación ha ido creciendo en los últimos días a medida que se intuía el momento en el que la pesada estructura metálica tendrá que flotar río abajo como en su día lo hacían por el Miño los troncos que se estibaban en la capital provenientes de la zona de Os Peares. A la altura de Cortegada y Filgueira aguardan los pilares a los que habrá de engarzarse la estructura metálica que ha de completar los 260 metros del nuevo puente de la OU-801.
Sin embargo, a última hora los problemas han hecho desistir del intento y la "nave" ha vuelto a tierra para ser reparada. Aguardan 7,3 kilómetros de río para llegar a su destino.

 
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El arco central del puente de la nueva carretera de Cortegada espera en Arnoia a navegar el Miño
Texto: Mónicka R. Diéguez
Foto: MaKo
21 de FEBRERO de 2008: OURENSE DIXITAL

Todo parecía dispuesto para la "botadura" de la estructura metálica del nuevo puente de la OU-801, el cuerpo central que ha de completar lo que aguarda, río abajo, a la altura de Cortegada (Ourense) y Filgueira (Pontevedra). A ambas orillas del Miño, como se puede ver, todo está dispuesto para recibir los metros de estructura metálica que faltan para completar los 260 de longitud que tiene el nuevo puente, la verdadera "esencia" de la nueva variante de la "retorcida" y complicada OU-133 por la que hasta ahora la margen izquierda del Miño, en la provincia de Ourense, tuvo que servirse, y que ya pronto pasará a la historia.

A la altura de Arnoia, a donde el material pudo llegar exento de las complicaciones que para el transporte hubiera supuesto hacer el trayecto que separa a esta localidad del punto donde ha de ubicarse la estrucutura, la tarde de este martes se daban los últimos retoques al mecanismo estabilizador de flotación de la pesada estructura para su traslado Miño abajo.

A medida que iba entrando la tarde, habida constancia de que los trabajos de ensamblaje del cuerpo central del puente habían llegado a su final y la "botadura" se aproximaba, numerosos curiosos fueron llegando a Arnoia para presenciar el inicio del traslado.

Pero un problema en uno de los grupos de estabilizadores como el que puede verse en esta fotografía, aplazó el viaje de la plataforma metálica Miño abajo.

La mole de hierro aguarda ahora a que los problemas se subsanen y, resuelto el contratiempo, iniciar el curioso viaje de 7,3 kilómetros río abajo como si de un barco cualquiera se tratara, para ser ensamblada al resto de la estructura y completar el puente.
De momento el artilugio ha tenido que volver a tierra.

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REDACCIÓN de Ourense Dixital