El MEL, Movemento Ecoloxista da Limia, ha vuelto a denunciar que una flota de camiones cisterna sigue repartiendo los purines de la granjas de A Chaira limiana por A Baixa y A Alta Limia, así como en montes también de Celanova, con absoluta impunidad. Según el MEL, el objetivo es convertir esos montes "en praderías intensivas" para la ganadería extensiva, "a base de regalas de xeito abusivo con xurros (residuos) de porco" a modo de abonos, según señala este colectivo. Según el MEL, "ningúna inspeccion".

No lo hacen (inspeccionar) las administraciones competentes: ni la consellerías de la Xunta de Galicia, ni los concellos afectados ni la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil. Ello pese "a contaminación de pozos, fontes, manantiais, ademáis dos nosos ríos e o aire". A la hora de señalar al que considera el principal responsable de tales prácticas, el Movemento Ecoloxista da Limia apunta a la empresa puntera de la provincia de los sectores agroalimentario y ganadero, cuando afirma: "xa vai sendo hora de que a empresa de camións cisterna que traballa para COREN sexa controlada dalgún xeito". A pesar, dice, de las denuncias de tales prácticas formuladas ante la Fiscalía.

Hay tan poco control al respecto como abundan las presiones, y el colectivo MEL llega a afirmar que " comparte as protestas e malestar dos agricultores da Limia con respecto a presión da que están sendo obxecto por parte da administración". Afirmación de la que se infiere que dichas presiones sobre las productores limianos estarían llegando, sobre todo, de la administración (si bien no se indica cuál o cuáles).