La crecida del Arnoia, producto tanto de las lluvias de estos días como del deshielo que se está produciendo en las cumbres del San Mamede donde nace este río, está ocasionando muchos problemas y daños en el tramo comprendido entre las localidades de Rebordechao y Prado del concello de Vilar de Barrio, especialmente, así como a su entrada en las tierras de Baños de Molgas.
Aunque en el tramo comprendido entre las dos primeras localidades los desbordamientos del Arnoia tienen precedentes en años anteriores, donde llegaron a producir corte en el vial de acceso a la localidad de Rebordechao a la altura de A Ermida, no se recuerda en el lugar crecidas con tanta virulencia como la de este invierno.

Alguna de las numerosas represas que hace varias décadas las gentes de este lugar construyeron en el Arnoia para aprovechar sus aguas para regadío de los pastos, ha desaparecido esta pasada noche, como la que se puede ver en esta imagen de noviembre pasado muy próxima a la carretera que enlaza Rebordechao en el tramo comprendido entre esta localidad y A Ermida.
Los vecinos de Rebordechao se muestran preocupados porque las lluvias no remiten y la crecida continúa, y la cantidad de nieve acumulada en las cumbres del San Mamede es tal que asegura un caudal similar actual durante bastantes días.

Son numerosos también los desprendimientos de tierras que se están produciendo, algunos de los cuales afectan en las carreteras que unen a esta localidad con Vilar de Barrio, especialmente la que discurre por la zona más baja a través de la localidad de Riobó hasta Borrán. Los vecinos de Rebordechao ya han reclamado al Concello y a la Deputación ourensana vigilancia y actuaciones en el vial, al no descartar que en cualquier momento pueda quedar interrumpida la comunicación.

En Baños de Molgas el Arnoia incrementa amenazante su caudal con la incorporación del Sor y el Tioira por tierras de Maceda. A la altura del aprovechamiento fluvial de Molgas, el río ya anegó  buena parte de la misma e inundó garajes y sótanos de algunos inmuebles.
También se contabilizan desbordamientos e inundaciones en tierras de Monterrei, concretamente en Vilaza por donde el Bubal vuelve a pasar muy crecido arrasando, incluso, con algún establo donde dejó casi una treintena de animales muertos. El 112 de Bomberos de Verín permanece alerta en este punto y ya ha tenido que intervenir para evacuar animales de otros establos que han conseguido poner a salvo.
En Ribadavia se cerró al paso el paseo fluvial del Avia entre esta villa y Francelos, al considerar que los niveles fluviales aconsejaban esta medida. Y en O Carballiño se contabilizó el corte de la carretera entre Seoane y Lamas por la crecida del Maraño, un afluente del Arenteiro.