El hecho de que noviembre contabilice ya más hectáreas quemadas por el fuego que durante todo el verano pasado, junto a que las previsiones de los meteorólogos establecen que tendremos un invierno muy frío pero muy seco, ha disparado las alarmas de Medio Rural de la Xunta de Galicia.
De entrada, a los de Suárez Canal incluído el propio conselleiro, ya siquiera se le pasa por la cabeza rescindir los contratos de los 610 fijos discontinuos del Servicio de Extinción de Incendios Forestales. El colectivo de estos trabajadores que llevan ya dos años reclamando que se le reconozcan los derechos que tiene el resto de trabajadores de la Xunta de Galicia, debería haber finalizado contrato el día 31 de octubre pasado si las previsiones de Medio Rural se cumplieran.
La seca con la que se estrenó noviembre junto a la proximidad de la celebración de los magostos, hizo a Medio Rural pensar luego en una fecha no anterior a mediados de este mes. Sin embargo, la persistencia de la sequía y el hecho de que los meteorólogos coincidan en sus predicciones de que la situación se mantendrá durante los próximos días y el invierno será frío aunque seco y soledado incluso, hace que ahora mismo Medio Rural ni siquiere se plantee la finalización de los contratos de los más de 600 fijos discontinuos.
Es más, según pudo saber Ourense Dixital , existe la sospecha en círculos sindicales muy próximos al colectivo laboral contra incendios, de que ha vuelto a llamarse a los trabajadores del PLADIGA es decir, los contratados puntualmente para la temporada de alto riesgo, últimos en el escalafón laboral del Servicio de Lucha contra Incendios Forestales de la Xunta de Galicia.
Por otra parte, han empezado a corregirse situaciones contradictorias que se daban entre provincias, como que por ejemplo hasta hace unos días en Pontevedra se estuvieran autorizando quemas controladas mientras que en Ourense se denegaban. La situación ha pasado a ser de "no generalizado" es decir, no autorizar las quemas de momento.
De continuar la sequía, la situación del monte empeorará todavía mucho más, ya que los fríos que empiezan a castigar la vegetación junto a hechos como la caída de hoja de los árboles, no harán sino propiciar en las horas centrales de cada jornada situaciones idóneas para los incendios forestales, aunque pudiera parecer lo contrario.
No sería descabellado pensar que, de proseguir la seca, Medio Rural pudiera volver a decretar "alto riesgo" de incendios a un mes de entrar en el invierno.
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