Cualquier expediente o documento que sea preciso tramitar en el Concello de Vilariño de Conso, sea de la que naturaleza que fuere, no podrá serlo sin que el alcalde, el socialista Arcadio González, esté al corriente, lo autorice y lo firme.
Así lo establece el regidor municipal por un decreto firmado con fecha del pasado día 21 de este mes.
La decisión ha contrariado considerablemente al socio de gobierno, el Grupo del BNG, que considera que de este modo se le retiran, "aínda que non na teoría sí na práctica", las competencias y delegaciones atribuídas al inicio de legislatura como socio necesario que es para gobernar Vilariño de Conso en mayoría frente al PP. PSOE y BNG conforman en este Concello una mayoría de gobierno de 4 concejales frente a los 3 del Partido Popular, y 21 votos del Partido Socialista sobre el BNG fue lo que determinó que el candidato del PSOE sea el actual alcalde.
La situación se ha crispado más cuando, después de que el alcalde firmara en su día un decreto por el que delegaba en los dos ediles del BNG la facultad de gestionar a su criterio las áreas delegadas, Arcadio González ha paralizado últimamente varios expedientes y resoluciones del área de Servicios Sociais que compete al BNG, y que estaban firmadas por el candidato nacionalista y teniente de alcalde, Carlos Rodríguez.
La situación ha llegado a un punto que los propios ediles del BNG han exigido la reunión de la comisión de seguimiento del acuerdo suscrito en su día para el gobierno de coalición de Vilariño de Conso, a la que además quieren que asista el coordinador provincial del PSOE, Miguel Fidalgo.
Aún dejando constancia del malestar que les producen las últimas actuaciones del alcalde y de que las relaciones entre los teóricos socios de gobierno "non son nada boas últimamente", los ediles del BNG esperarán hasta celebrarse la mencionada reunión para adoptar una postura de mayor alcance. Sin descartar la ruptura del acuerdo y echarse fuera del gobierno de Vilariño de Conso.
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