Domingo de encuestas

 
16 de MAYO de 2011: OURENSE DIXITAL

He aquí las encuestas, al filo de lo rentable que no de lo imposible, que posible sería publicarlas este lunes, 16, pero el periódico del lunes deja en caja bastante menos que el del domingo. Aclarado el matiz, he aquí las encuestas.

Segundo matiz: nada impide publicarlas el día 22, el propio día de las votaciones, el domingo próximo. La prohibición se extiende del 17 al 21, jornada de reflexión. O por lo menos eso establece el calendario de fechas difundido por el Ministerio del Interior. Parece imposible por absurdo, y tal debería ser.

Conclusión base o cero: a ningún medio de comunicación, por mucho que pueda creerse lo contrario, le interesa al comienzo de la recta final de campaña matarla sentenciando los resultados del domingo próximo. Insisto, a ninguno, tanto porque no se traicionen sus intereses económicos, como, incluso, porque la confianza de los suyos pudiera traicionar sus, digamos, intereses pasionales. Intereses a fin de cuentas.

Por lo cual, y en consecuencia, (principal conclusión), coincidencias plenas como que el PP no pasa de 13, y mayoritarias como que el BNG baja y el PSOE sube, son, realmente, con lo que debemos quedarnos y lo que a ellos les preocupará o les hará felices a partir de este domingo.
Igualmente, es de recibo que Rodríguez es el candidato más y mejor valorado y Rosendo Fernández el menos.
Ambos datos entran dentro de la lógica y de lo perfectamente explicable: Rodríguez ha sido alcalde 4 años y ha sido tan prudente al manifestarse como oportuno al situarse fuera de cámara; por contra, en el otro polo debería hablarse más del candidato del Partido Popular o del candidato de Manuel Baltar que de Rosendo Fernández, ya que el de A Merca es el candidato creado para una apurada. Si de aquellos vientos estas tempestades, de aquellas apuradas estos relámpagos.

El caso de Isabel Pérez sí resulta más difícil de entender. A tenor de los malos resultados que se le pronostican al BNG, su valoración llega en un caso, incluso, a superar el aprobado. Se concluye que la valoración de la candidata está por encima de la del partido.
Harían falta en el BNG buenos analistas para determinar cómo lograr en los 5 días que restan de campaña nivelar la valoración del partido con la de la candidata. Y no vale decir que el BNG tiene muchos platos rotos que pagar en su propio seno, porque si fuera así ella también estuvo rompiéndolos. Ellos sabrán qué les puede pasar.

En segunda fila, como conclusiones más abiertas a discusión, estarían hasta dónde, cuánto, bajan PP y BNG y sube PSOE. Lo que equivale a decir que está por ver si el Partido Socialista será capaz de compensar subiendo todo lo que el BNG llegue a bajar, o/y si el Partido Popular será capaz de romper esos 13 escaños que continúan situándolo al filo de la mayoría absoluta.
Dicho de otro modo: si sirven para algo las encuestas de Ipsos e Infortécnica para Faro de Vigo y La Región, respectivamente, o si, por el contrario, la vida sigue igual el 22-M como establece la de Sondaxe para La Voz, exactamente igual, que también no deja de ser raro.

No deja de ser una encuesta rara la de Sondaxe como se recuerdan pocas: 4 años plagados de avatares, sobre todo en dos de las tres formaciones, y los resultados no se mueven un ápice. Extraño, cuando menos, aunque no se dice que imposible.
En el espacio para las observaciones hay que dejar sitio también para el considerable porcentaje de indecisos, en torno a un 30%, muchos a tenor del escaso margen en el que se puede mover la mayoría de gobierno en el Concello de Ourense (percepción para la que huelgan las encuestas); un margen de error de los sondeos de un 5%, dos puntos por encima del 3% que manejaban los de antaño; el universo en torno a las 400 entrevistas telefónicas, que no es tampoco demasiado amplio para testear una población por encima de los 100.000 habitantes; y el hecho de que los sondeos se cerraran al sexto día de campaña, el día 11, y se empezaran a hacer en algún caso cinco días antes de su comienzo, el día 2 de este mes.

Así las cosas, unos más contentos y otros más disgustados, ninguno tiene por qué arrojar la toalla. Los datos contienen serias advertencias pero muy pocas conclusiones. Todos hablarán de esto último, de lo poco o nada que según ellos concluyen, de que la verdadera encuesta la haremos los ciudadanos el 22 de mayo próximo. Y todos se guardarán, ocultarán y hasta negarán si es preciso, cualquier mal indicador.

Una última cuestión: ¿que hacer todos los demás, los 6 restantes candidatos en las 6 restantes formaciones? También aquí coinciden las encuestas en ni siquiera mencionarlos. Para ellos no hay opción.
Las encuestas son como las desgracias, unen mucho. Como siempre suele ocurrir, al día siguiente casi nadie les dará demasiado credito.

 
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