Externalización  
21 DE MAYO DE 2007

Alumnos y profesores de la Escuela de Diseño Gráfico "Antón Faílde" de nuestra ciudad ven "convencionales" y hasta "pésimos" los carteles de la campaña electoral. Es decir, peor que malos. Estoy completamente de acuerdo.
Seguro que esta gente de eso, imagen y diseño, sabe más que la media, pero es seguro que a la media tampoco la campaña le entusiasma, precisamente.
Los alumnos de la Escuela ourensana se quejan de que los partidos políticos han ido fuera para confiar a otros la imagen de sus candidatos, la composición de sus carteles y el desarrollo de esas vastas campañas que, entre otras cosas, son carísimas (es decir, mueven dinero). Se quejan de algo que ni es nuevo ni, por tanto, tiene que ser novedoso, lo que no quiere decir que no tengan toda la razón del mundo.

 
 


Para cuando se vuelva a hablar de la externalización, igual que se habla de la deslocalización de la producción con la mayor frivolidad del mundo, habrá que tener en cuenta lo que hicieron todos éstos.
Un compañero y amigo me preguntaba al principio de la campaña quiénes estaban en esto de prensa y medios de comunicación. Mi amigo no anda sobrado de trabajo, al contrario, y hubo de escuchar que dos de los que andan en la cosa mediática vinieron de Vigo y allá se volverán cuando todo esto acabe, otro vino de Santiago pasando también por Vigo aunque es ourensano, luego hay una serie de gente de al lado de Santiago, nadie o casi nadie de aquí. Poco o nada saben de lo que aquí se cuece, por muy avezados que sean o se créan en esto del meneo mediático. Seguro que tampoco les importa un comino, porque solo han venido a por un puñado de euros. Les han ido a buscar los candidatos y los partidos porque se vé que aquí no hay gente tan preparada.
¿A quién irán dirigidos esos discursos facilones que repiten todos casi miméticamente, de crear oportunidades que frenen el éxodo de 3.500 mozos e mozas ourensáns cada año?... Es a nosotros, pero cada vez más me parece que es no porque estemos preparados sino por todo lo contrario, porque somos unos zotes de mucho cuidado que, o nos colocan con mando a distancia, o nos quedamos a vivir en casa como esa hija fea y tonta que antaño había que casar como fuera. De lo contrario no se entiende.
Igual que no se entiende que, aún así, muchos continúen creyéndoles.

Los alumnos y profesores de la Escola "Antonio Faílde" cuestionan sino toda sí gran parte de la imagen que se gastan los partidos que concurren por Ourense a las próximas Municipales. Entre otros reparos, varios de ellos coinciden en que a ningún candidato se le identifica con la ciudad de forma alguna, de manera que los carteles, vallas y folletos podrían ser los del candidato de cualquier ciudad del Estado.
Pues claro, de eso se trata. Lo que ahora vale son las ideas polivalentes, los planteamientos a lo plástico, no importa si es demasiado ambigüo o generalista, el caso es que sirva igual aquí que en el desierto o en los polos. Porque así si no lo colocas en Ourense lo puedes colocar en Cuenca, o en los dos sitios, que es más negocio.

No he visto, no obstante, que se le hubieran puesto pegas al eslogan del PP, "Confianza é futuro", que no deja de ser otro desaguisado producto del pensamiento generalista .
En primer lugar no suena bien. Tampoco llega como un mensaje suficientemente claro, luego inteligible y asimilable, a un sector importante del electorado del Partido Popular. Y el acento que precisa diferenciar en gallego el verbo de la conjunción sigue siendo, estéticamente un pegote al fondo de la "a", y nada aconsejable en campañas electorales donde los mensajes tienen que ser, sobre todo, claros y concisos.

   

Pero es un mal menor comparado con la resultante de traducir al gallego el eslogan diseñado para todo el estado, que no es otro que "Confianza en el futuro". Aquí la contracción generaba un NO, y eso es malísimo, pésimo como dirían estos ourensanos de la Escola "Antón Faílde". Yo lo sé porque uno de los jefes que mueven el tinglado mediático de los populares desde una agencia de Madrid es gallego, de Ourense para más señas.
Son los riesgos que tiene encargarle a uno o a unos pocos, a lo sumo, que piensen por todos.

 
 

¿A quién irán dirigidos esos discursos facilones que repiten todos casi miméticamente, de crear oportunidades que frenen el éxodo de 3.500 mozos e mozas ourensáns cada año?...