Punto y final a una historia que nunca debió producirse. Cuando el lunes, 7 de mayo, los partidos afectados empiecen a corregir sus listas, todo habrá empezado a ser una anécdota. Como al principio, habrá 314 listas en la provincia de Ourense.
Decía aquella canción de Víctor Manuel: aquí cabemos todos o no cabe ni dios. Pues eso.
Estoy seguro de que hay cientos, miles incluso de ourensanos, que no van a votar el día 27 al CDS ni al Partido Humanista, ni en Barbadás al Partido Galeguista. Que hasta ahora veían esas listas casi como una anécdota.
Pero que este 5 de mayo celebran que estén es decir, que sigan estando. Porque aquí cabemos todos. Y porque el sistema, aunque a veces cruja, otras resiste.
Y es bueno que sea así.
¿Pierden las juntas electorales?.
Quizá sí, pero sólo a priori. Porque ellas son parte del sistema, en realidad son el sistema también.
Luego no pueden perder.
En cambio, no puede decir lo mismo el PP.

 
 
 
 
 

Daños colaterales

 
05 DE MAYO DE 2007 : — 6

Eso de que te tomen por cenizo o gafe es terrible. Porque si no lo eres acabas siéndolo.
A algunos personajes del PP puede estar pasándoles pasándoles eso.
El Partido Popular a ido a por uvas y trajo nabos. Le ha querido dar a seis listas de otros partidos en cuatro concellos de la provincia y mira tú, le ha dado a las juntas electorales.
El Partido Popular no tiene la culpa, pueden decir ellos, pero también es cierto que si no anduvieran hurgando en la herida del enfermo no hubiera habido dolor.
Luego es que tampoco pueden decir que no tienen culpa.

 
 

Puede que no tengan toda la culpa pero sí alguna. Porque si fueran buenos rapaces , como le gusta decir al jefe de los de aquí, se hubieran presentado ante las juntas electorales para decir antes lo que luego reclamaron en el contencioso administrativo. Hubieran alegado en su momento y no hubiera hecho falta impugnar. Y no tendría que haberse montado todo esto, y se hubiera liquidado el asunto sin la justicia por medio y donde tenía que ser, en las juntas electorales que para eso están. Pero nada, ellos a lo grande. A los populares es como al tonto del pueblo el día de la fiesta, que hay que traerle la caseta de tiro con sus relativamente inocuas carabinas porque él le tiene que disparar a algo. Luego que le dé o no ya es secundario, el caso es que se mueva el muñeco.

Las impugnaciones del PP dejan unos daños colaterales en las juntas electorales de Ourense considerables.
El juez Bobillo Blanco se ha asistido de precedentes, sentencias del Tribunal Constitucional ya de 1986, en las que pone muy claro que son las juntas electorales las llamadas a velar por el cumplimiento de la legalidad en esta materia. A fin de cuentas no es que tengan precisamente ni muchas competencias ni mucho más en lo que ocuparse, incluso.
Pero está visto que no han hecho bien su trabajo.
El caso de la lista del BNG en Xinzo de Limia lo muestra bien a las claras. La Junta Electoral de Ourense no sólo no se ocupó de velar por la paridad que estipula la Ley en concellos superiores a los 5.000 habitantes, como es el caso, sino que a decir del propio BNG no corrigió el error de sexo infringido a su candidata número 7 por activa y por pasiva. Y hay más.
El orden de la candidatura del Partido Galeguista de Barbadás se dispuso en el mismo momento de registrarla en la Junta. Fueron los propios funcionarios los que asistieron el parto , indicando al novel encargado del asunto del PG cómo guardar la paridad. Pues menos mal que le ayudaron, porque aún así acabó el hombre, el partido y la lista en el contencioso administrativo. Flaco favor le hicieron.

Llegado este punto y visto lo visto, a 6 días del comienzo de la campaña electoral, todo empieza a quedar en una anécdota: la de las elecciones en las que el PP violentó el proceso de las listas con unas impugnaciones de efectos tan poco y mal calculados, como difíciles de sostener sobre todo moral y éticamente. Las elecciones en las que el PP no dudó extender un proceso que se estaba produciendo en el País Vasco por algo que nada tiene que ver con lo nuestro, a una provincia donde, para descargo de las ahora cuestionadas juntas electorales, cuando las listas se publicaban provisionalmente poco menos que ya se daban como definitivas como para plantearse la vía jurídica. Es muy probable que lo ahora hecho por el PP marque un punto de inflexión, un antes y un después en el proceder de las juntas, flexibles y campechanas hasta ahora pero a partir de ahora cuestionadas.

Llegado este punto y el final de la teima del PP, aunque sólo sea por similitud de procedimiento, nada más, casi montamos una errikotaberna y lo celebramos.