No hay como estas fechas para lograrlo y pocos se resisten: los del Parque Barbaña se reunían con representantes de los grupos municipales y esperan concretar futuras reuniones, y los vecinos de Cabeza de Manzaneda salían de su reunión con el alcalde de la ciudad más comprometidas ellas con la continuidad de Poli que el político con la causa vecinal.
No accede a ellos, los políticos, quien no quiere. En estas fechas les sirve el argumento más nimio. Incluso planteamientos que difícilmente se sostienen. Es tiempo de cambalache político y vecinal. Con supuestas verdades, los argumentos más altruistas y la causa presuntamente más justa, se engañan todos y todos se dejan engañar.

 
 
 

El cambalache vecinal

 
13 DE FEBRERO DE 2007 : — 87

A 87 días vista el comienzo de la campaña electoral, los candidatos tienen tiempo para casi todo. Como quiera que en esto todo está practicamente inventado, toca escuchar a los colectivos vecinales, asociaciones, grupos, cidadanos cabreados, lo que sea. El ciudadano sabe que si unas elecciones sirven para algo (de forma que los hay que se quejan incluso de que no las haya cada seis meses) es para protestar y soltarles el discurso a los políticos. Y pese a que las más de las veces ocurre que luego si te he visto no me acuerdo, algunos no escarmientan. Unos y otros vuelven a estar en ello, por reclamar y proponer que no quede.

Por proponer, los del Parque Barbaña proponen un gran debate social en torno al botellón de los fines de semana y vísperas de fiestas más o menos de guardar. Es sólo un ejemplo, los de Cabeza de Manzaneda proponen que se

 
 
lleve a los del Comité Cidadán Antisida cuanto más lejos mejor, y de aquí a las elecciones de mayo habrá decenas de propuestas, reclamaciones y quejas.
La Asociación del Parque Barbaña habla de la gente del botellón como "una lacra" que les damnifica a menudo, y se les escucha proponer que se les lleve a Finca Sevilla, junto a le Expourense y el Paco Paz, como si esta gente fuera un atajo de tontos a los que se convence pagándoles el autobús y contándoles cualquier cuento.
Se escucha "llevarlos a" como si cualquiera de esos tres que acudieron a la reunión (los del Parque Barbaña o no saben o desprecian que, por ahora, ya hay dos fuerzas más en liza) tuvieran alguna competencia para "llevar" a nadie a ningún sitio, independientemente de que el día 27 se conviertan en gobierno del Concello de Ourense o sigan en la oposición. Los jóvenes del botellón irán a donde les dé la gana cuando les dé la gana, mientras lo hagan ejerciendo los derechos que les asisten como cualquier ciudadano, independientemente de que Pepe Araújo, Paco Rodríguez o García Mata estén entre los que detentan el poder municipal los próximos cuatro años y les hayan seguido el juego y bailado el agua como políticos que son, y más ahora.

"Llevarlos a" a "una lacra", sería suficiente para advertir a los que proponen de que por ese cauce cualquier reunión va mal, aunque estemos en vísperas de una cita con las urnas.
Pero nadie lo hizo y seguro que nada más lejos de la intención de los cuatro que se sentaron a hablar con los vecinos.
Si el problema es la limpieza del Parque, tampoco nadie dijo que éste y otros parques de esta ciudad tienen la limpieza adjudicada a negocios públicos que tuvieron que ceder en su momento al chantaje de los de Cabezas a cambio de hacerse con el chiringo . Caso del Parque Barbaña y de otros en esta ciudad. Y si ninguno de los cuatro lo dijo, es porque todos deben estar de acuerdo en que el asunto continuará así.

Ahora bien, lo realmente importante e indignante es que, a lo que se ve, de aquí al inicio de campaña va a haber unas cuantas reuniones como ésta a la que acudirán los políticos abiertos sin el menor escrúpulo ni atisbo de cordura, si es preciso, a escuchar cuanto fuego sean capaces de escupir quienes les convocan.
En una especie de dos por uno , los del Parque Barbaña, de paso, también les comentaron lo adecuado que sería cambiar las ferias de la ciudad, que también ensucian.
Casi sería de analizar la posibilidad de acometer también lo mucho que siguen ensuciando las palomas, por qué siguen en esta ciudad esas gaviotas intrusas cuando estamos tan lejos del mar y, por supuesto, no estaría demás retomar las mierdas de los perros y otros argumentos para discursos agotados que, aunque parezca increíble, los políticos son capaces de escuchar y hacer que parezca como si nunca lo hubiera oído.

   

Al siguiente día aparece Poli Novoa en los periódicos fotografiándose con unas señoras que dicen ser "las representantes vecinales de Cabeza de Manzaneda", a las que dice haber asegurado que, si el 27 él sigue donde está es decir, alcalde, los locales del Comité Antisida se irán a un edificio del Casco Vello con el Fogar del Transeúnte y la Unidad Asistencial de Drogodependencias.
Y asunto resuelto, mira tú, que ya saben los vecinos de Cabeza de Manzaneda a quién le tienen que votar el 27.

 
 


El ciudadano sabe que si unas elecciones sirven para algo es para protestar y soltarles el discurso a los políticos. Y pese a que las más de las veces ocurre que luego si te he visto no me acuerdo, algunos no escarmientan.