En conclusión: que por mucho que otras formaciones quieran que pase y que cambie, todavía no toca. Otra cosa puede ser que la situación empiece a variar, que Baltar empiece a ver el fin de su cómoda y holgada posición en esta provincia y, quizá, el principio del fin de su etapa. No sólo no le gustará perder llegado el día, si llegara, sino que además no está hecho a estrecheces y a contar con lo justo.
Las cuentas de Baltar son muy fáciles, simples y seguras. En realidad son lo que resulta de introducir las peores variables dentro de lo razonable es decir, ponerse en lo peor, y comprobar que la ventaja todavía llega. El presidente del Partido Popular aplica la fórmula: “catástrofe” igual a 10% menos de voto . Y comprueba como, por mucho que cambie la cosa, tendrá los mismos escaños en 6 de las 7 juntas electorales de zona que aglutinan los 92 concellos de la provincia. Concede a la de Ourense, la mayor con 37 concellos y 15 diputados provinciales de cupo, la posibilidad de perder uno. Es decir, de recortar su actual holgada mayoría de 16 a 15, todavía 2 por encima de los 13 que representan la mayoría absoluta sobre el total de 25 escaños que conforman la Corporación Provincial ourensá.
La explicación es muy simple: vendría a ser así como qué más dá ser primeros que segundos si total es uno cada uno . Lo dijo él mismo. El orden de factores no altera el producto, lo único que cambiaría sería que el PP sumaría segundos en vez de primeros.
Veamos los casos en detalle.
Bande.
Los 8 concellos que conforman la demarcación electoral eligen sólo un diputado. Actualmente es del PP. Los 6.800 votos del PP en 2003 sobre los 2.700 del PSOE son más del doble, 100%. Nada que ver con el 10% en caso de catástrofe .
Para que hubiera cambios habría que hablar de ecatombe, siguiendo el argot de Baltar.
O Ribeiro
Los 9 concellos que conforman la Junta Electoral de Ribadavia eligen 9 diputados desde 2003. Antes elegían 2. Precísamente por ésto el PP perdió un escaño en 2003 con respecto a 1999, concretamente el que ocupara el alcalde de Leiro, Francisco José Fernández.
La ventaja del PP sigue dando para que Baltar considere seguro su diputado: PP, 7.717; PSOE, 2.432; BNG, 1.912.
Trives
Tercer y último caso de las demarcaciones que eligen un sólo diputado.
Son 11 concellos que en 2003 dieron al PP 6.600 votos, frente a los 2.900 del PSOE y los casi 1.500 del BNG.
Sólo hay para uno, el que gane se lleva el escaño, y los socialistas saben que es aquí donde más flojean sus posibilidades: el trazado de la Autovía A-76 les hará daño.
Valdeorras
Los siete concellos de la comarca eligen dos diputados, uno del PP y otro del PSOE ahora mismo. Es uno de los casos donde podría darse la inversión de puestos calculada por Baltar, pues existe un margen de 800 votos entre los 5.800 conseguidos por el PSOE en 2003 y los 6.600 logrados por el PP. Es el único cambio razonable que se podría contemplar, pues el BNG con 1.700 está muy lejos de entrar en liza.
Carballiño
Elige dos diputados, también actualmente repartidos entre PP y PSOE.Pero el popular salió con casi 10.300 votos, por los 7.000 del PSOE. Una pérdida de voto del 10% dejaría a los populares en torno a los 9.000. Aún tendría que subir mucho el PSOE para conseguir, únicamente, el primer escaño. Al final sería lo único que conseguiría cambiar, porque el PP seguiría contando con un diputado.
Verín
Es la comarca que, excepción hecha de la de Ourense, elige más diputados, 3. Los 11 concellos que la conforman, dieron en las pasadas locales 12.000 votos al PP, frente a los 6.300 del PSOE, casi la mitad, y los 2.200 del BNG.
El socialista es el tercer diputado, los dos primeros corresponden al PP. Ni perdiendo un 10% de votos y subiendo los socialistas el mismo porcentaje de sufragios, cambiaría nada. No sólo seguirían siendo dos diputados populares y uno socialista, sino que incluso los del PP serían los dos primeros y el del PSOE el tercero.
Ourense
Elige quince diputados. Actualmente la correlación de escaños es: 9 el PP, 3 BNG (segunda fuerza), y 3 PSOE.
Resultan de los siguientes resultados en los comicios de 2003 (en números redondos): PP, 68.000; BNG, 27.900; PSOE, 23.500.
Aquí las combinaciones que pueden darse son muchas y los cálculos mucho más abiertos. Ateniéndonos a la catástrofe de Baltar y descontando un 10% de voto del PP (7.000 sufragios para redondear), en efecto los populares perderían un escaño, en este caso en favor del BNG.
Ir más allá del cálculo que nos exige el guión marcado por el presidente de los populares ourensanos, es entrar en el terreno resbaladizo de las cábalas y las conjeturas.
Y no es necesario.
Calibrar el riesgo
No es necesario porque, llegado este punto, el riesgo de Baltar se puede calibrar, digamos, por exlusión.
Veamos.
Todo lo que no es Ourense elige 10 diputados.
Allí donde se elige uno, el PP lo tendría seguro.
Aparece igual de seguro que donde se eligen 3, Verín, el PP seguirá contando con 2 diputados.
Así las cosas, el PP seguiría teniendo en todo lo que no es la Junta Electoral de Ourense el mismo número de escaños que en la actualidad, siete.
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