Los cambios en la mayoría absoluta y holgada de 16 escaños que el Partido Popular tiene en la Diputación Provincial de Ourense, serán "mínimos" y se producirán "en caso de catástrofe", dijo el presidente del PP ourensano y de la institución provincial, José Luis Baltar, el pasado 23 de Enero
La “catástrofe” de la que habló Baltar sería la pérdida de hasta un 10% del voto conseguido en 2003, no más.
El colchón del que dispone el PP en la provincia a la hora de gobernar la Diputación y Baltar de seguir siendo su presidente, es suficientemente holgado y dá para la próxima legisaltura.
Después, ya se verá.

 
 
 
 
 
Los riesgos de Baltar  
7 DE FEBRERO DE 2007 : — 93

De lo manifestado por Baltar Pumar el pasado 23 de enero, en rápida sinópsis de la situación y somero diagnóstico de lo que puede pasar el 27 de mayo próximo en la Diputación de Ourense, se desprenden al menos tres conclusiones:

- Primera, que Baltar admite que el Partido Popular perderá voto en el conjunto de la provincia con respecto a los comicios anteriores.

- Segunda, que aún así el PP seguirá gobernando la Diputación, y en la Corporación Provincial habrá pocos cambios en materia de reparto de escaños.

- Tercera, que el PP y Baltar disponen de una ventaja cómoda, un colchón suficiente para vivir de rentas , como quien dice, la próxima legislatura.

 
 

En conclusión: que por mucho que otras formaciones quieran que pase y que cambie, todavía no toca. Otra cosa puede ser que la situación empiece a variar, que Baltar empiece a ver el fin de su cómoda y holgada posición en esta provincia y, quizá, el principio del fin de su etapa. No sólo no le gustará perder llegado el día, si llegara, sino que además no está hecho a estrecheces y a contar con lo justo.
Las cuentas de Baltar son muy fáciles, simples y seguras. En realidad son lo que resulta de introducir las peores variables dentro de lo razonable es decir, ponerse en lo peor, y comprobar que la ventaja todavía llega.

El presidente del Partido Popular aplica la fórmula: “catástrofe” igual a 10% menos de voto . Y comprueba como, por mucho que cambie la cosa, tendrá los mismos escaños en 6 de las 7 juntas electorales de zona que aglutinan los 92 concellos de la provincia. Concede a la de Ourense, la mayor con 37 concellos y 15 diputados provinciales de cupo, la posibilidad de perder uno. Es decir, de recortar su actual holgada mayoría de 16 a 15, todavía 2 por encima de los 13 que representan la mayoría absoluta sobre el total de 25 escaños que conforman la Corporación Provincial ourensá.
La explicación es muy simple: vendría a ser así como qué más dá ser primeros que segundos si total es uno cada uno . Lo dijo él mismo. El orden de factores no altera el producto, lo único que cambiaría sería que el PP sumaría segundos en vez de primeros.
Veamos los casos en detalle.

Bande.
Los 8 concellos que conforman la demarcación electoral eligen sólo un diputado. Actualmente es del PP. Los 6.800 votos del PP en 2003 sobre los 2.700 del PSOE son más del doble, 100%. Nada que ver con el 10% en caso de catástrofe .
Para que hubiera cambios habría que hablar de ecatombe, siguiendo el argot de Baltar.

O Ribeiro
Los 9 concellos que conforman la Junta Electoral de Ribadavia eligen 9 diputados desde 2003. Antes elegían 2. Precísamente por ésto el PP perdió un escaño en 2003 con respecto a 1999, concretamente el que ocupara el alcalde de Leiro, Francisco José Fernández.
La ventaja del PP sigue dando para que Baltar considere seguro su diputado: PP, 7.717; PSOE, 2.432; BNG, 1.912.

Trives
Tercer y último caso de las demarcaciones que eligen un sólo diputado.
Son 11 concellos que en 2003 dieron al PP 6.600 votos, frente a los 2.900 del PSOE y los casi 1.500 del BNG.
Sólo hay para uno, el que gane se lleva el escaño, y los socialistas saben que es aquí donde más flojean sus posibilidades: el trazado de la Autovía A-76 les hará daño.

Valdeorras
Los siete concellos de la comarca eligen dos diputados, uno del PP y otro del PSOE ahora mismo. Es uno de los casos donde podría darse la inversión de puestos calculada por Baltar, pues existe un margen de 800 votos entre los 5.800 conseguidos por el PSOE en 2003 y los 6.600 logrados por el PP. Es el único cambio razonable que se podría contemplar, pues el BNG con 1.700 está muy lejos de entrar en liza.

Carballiño
Elige dos diputados, también actualmente repartidos entre PP y PSOE.Pero el popular salió con casi 10.300 votos, por los 7.000 del PSOE. Una pérdida de voto del 10% dejaría a los populares en torno a los 9.000. Aún tendría que subir mucho el PSOE para conseguir, únicamente, el primer escaño. Al final sería lo único que conseguiría cambiar, porque el PP seguiría contando con un diputado.

Verín
Es la comarca que, excepción hecha de la de Ourense, elige más diputados, 3. Los 11 concellos que la conforman, dieron en las pasadas locales 12.000 votos al PP, frente a los 6.300 del PSOE, casi la mitad, y los 2.200 del BNG.
El socialista es el tercer diputado, los dos primeros corresponden al PP. Ni perdiendo un 10% de votos y subiendo los socialistas el mismo porcentaje de sufragios, cambiaría nada. No sólo seguirían siendo dos diputados populares y uno socialista, sino que incluso los del PP serían los dos primeros y el del PSOE el tercero.

Ourense
Elige quince diputados. Actualmente la correlación de escaños es: 9 el PP, 3 BNG (segunda fuerza), y 3 PSOE.
Resultan de los siguientes resultados en los comicios de 2003 (en números redondos): PP, 68.000; BNG, 27.900; PSOE, 23.500.
Aquí las combinaciones que pueden darse son muchas y los cálculos mucho más abiertos. Ateniéndonos a la catástrofe de Baltar y descontando un 10% de voto del PP (7.000 sufragios para redondear), en efecto los populares perderían un escaño, en este caso en favor del BNG.
Ir más allá del cálculo que nos exige el guión marcado por el presidente de los populares ourensanos, es entrar en el terreno resbaladizo de las cábalas y las conjeturas.
Y no es necesario.

Calibrar el riesgo
No es necesario porque, llegado este punto, el riesgo de Baltar se puede calibrar, digamos, por exlusión.
Veamos.
Todo lo que no es Ourense elige 10 diputados.
Allí donde se elige uno, el PP lo tendría seguro.
Aparece igual de seguro que donde se eligen 3, Verín, el PP seguirá contando con 2 diputados.

Así las cosas, el PP seguiría teniendo en todo lo que no es la Junta Electoral de Ourense el mismo número de escaños que en la actualidad, siete.

   

Resulta obvio que hasta los 12 que tendría que bajar para perder la mayoría absoluta en la Diputación, tendría que hacerlo en la Junta Electoral de Ourense, capital incluída, donde ha venido contabilizando 9 escaños.
Es decir, tendría que perder 4 escaños y bajar a 5.
Independientemente de todas las cábalas, conjeturas y combinaciones entre lo que unos tendrían que subir y el PP bajar, visto así se antoja, como mínimo, muy improbable.
Cuando menos razonable, no hay riesgo para Baltar.

 
 


Otra cosa puede ser que la situación empiece a variar, que Baltar empiece a ver el fin de su cómoda y holgada posición en esta provincia y, quizá, el principio del fin de su etapa.