Castrelo de Miño y O Irixo entre los 10 concellos que más pagan en nóminas, y Celanova de tercero
 
 
Paga más en nóminas Castrelo de Miño que O Carballiño y O Barco; Laza más que Xinzo (y solo cobra el alcalde); y Barbadás se coloca detrás de la capital (y eso que el alcalde no tiene sueldo)
 
   
 
10 de Octubre de 2018: OURENSE DIXITAL

Un vistazo a los 10 primeros de la relación de concellos que abonan nóminas según el total desembolsado, permite constatar que la soberanía municipal es aquí muy amplia, que cada uno opera a su criterio y que, en síntesis, esto es un despiporre. En la relación aparece encabezando la capital (totalmente normal) y tres de las principales villas de la provincia: Verín, O Carballiño y O Barco de Valdeorras. Así como Barbadás, un concello demográficamente emergente que, a día de hoy, posiblemente ya supere los 11.000 habitantes.

Pero otra cosa es que Celanova ocupe el tercer puesto, que Castrelo de Miño ocupe el 6º y que cierre el top ten O Irixo, en el décimo. De este modo, el concello que dirige como alcalde José Luis Ferro (PP) acumula en nóminas casi 106.000 euros al año para gobernar a 5.455 habitantes. Casi una tercera parte de los que tiene Verín, en el 5º lugar de la relación.

Luego aparece Castrelo de Miño, concello gobernado por el BNG con un espléndido (para sí mismo) Xurxo Rodríguez Méndez, alcalde, que lleva mandatos (no sólo todo éste) repartiendo competencias entre concelleiros de su equipo y el Concello pagándolas. De ahí que para gobernar a 1.445 vecinos pague al mes en nóminas 5.356 euros y abone casi 75.000 euros en salarios al año. Más que O Carballiño, una villa con 9,5 veces la población de Castrelo. Y también más pequeña que O Irixo, que cierra la relación de los que más pagan en salarios.

Aquí el gobierno de Manuel Penedo (PP) ha dispuesto que con el dinero de todos se paguen tres salarios, el suyo y dos más de su equipo. Y para gobernar un concello de 1.519 habitantes, se pagan al mes en nóminas 4.131 euros, que hacen 57.840 en 14 pagas al año, como ocurre en la práctica totalidad de los casos.

En la relación aparecen otras lindezas, como el caso de Laza, donde sólo el alcalde cobra él más que paga en nóminas a munícipes el Concello de Xinzo de Limia; el de Maceda, Rubén Quintas, que sólo con su salario está cerca de alcanzar lo que paga Ribadavia al alcalde y a un concelleiro; y, por supuesto, Xunqueira de Espadanedo, cuyo alcalde sigue pisando fuerte con un salario estratosférico de 39.000 euros para gobernar a 756 vecinos.

Cientos de miles de euros permanecen en la más absoluta opacidad

En el caso de 22 concellos se indica que no se pagan asignaciones fijas a ningún munícipe (lo que no quiere decir que no se cobre por asistencias a plenos, juntas de gobierno y comisiones); y siguen existiendo en Ourense 3 concellos cuyos regidores municipales consiguen a día de hoy mantenerse en la más absoluta opacidad: Baltar, A Merca y Pontedeva.

La opacidad es, además, la característica unánime en los 92 concellos de la provincia, el de la capital incluido, a la hora hacer público lo que cada concelleiro cobra por asistir a órganos municipales (lo que ocurre en la inmensa mayoría de los concellos) Teniendo en cuenta que cobran un fijo 58 y que hay 900, son en total 842.

De este modo, por más que se invoque la transparencia en la administración pública, ésta no va con los cientos de miles de euros que suponen los plenos, juntas de gobierno y comisiones, a las que asisten esos 842 concelleiros y concelleiras que no disponen de salario en los 92 concellos de esta provincia. A no ser que con ellos haga lo que ha hecho con los alcaldes el Ministerio de Política Territorial y Función Pública, seguirán en ese limbo que les permite a muchos presumir de que, incluso, con su concello pierden dinero. Y eso ya no ocurrirá en este mandato, eso seguro.

 
 
 
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  Cinco concellos de menos de 3.000 vecinos entre los 10 que más pagan a sus alcaldes
  7 por encima de los 40.000, 17 que rebasan los 30.000 y otros 18 de más de 20.000
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  LO MÁS PAGADO Y LO MÁS CARO  
  Gringo Viejo  
 

A primeros de junio pasado, el alcalde de Xunqueira de Espadanedo, Carlos Gómez Blanco (PP), se convertía en el más caro de esta provincia. No es el que más gana, pero sí el que más caro le resulta a sus vecinos a la hora de pagarle el sueldo. Sus 39.032 euros son por gobernar un concello de 756 habitantes, mientras que Jesús Vázquez cobra 64.431 como alcalde de una ciudad que supera los 100.000 vecinos.
La diferencia es tan notoria como obvio resulta que una cosa es estar entre los que más cobran y otra entre los más caros. Sólo que Carlos Gómez está en ambos tops. Pero no es el único: el de Castrelo de Miño, Xurxo Rodríguez Méndez, lleva mandatos cobrando caro a su Concello: es el séptimo de Ourense en salario para gobernar a sus poco menos de 1.500 vecinos. Y resulta, además, que no es el único, porque entre él y otros 4 concelleiros le salen al año al Concello por 75.000 euros. Alcalde caro y gobierno también.
El asunto promete y esto sólo es un anticipo de informaciones que llegarán. El despiporre municipal no tiene parangón. En un puñado de concellos se esconden unos señores que facturan a las arcas municipales lo que les peta y sus mayorías de gobierno le permiten. Y en último caso se le da algo a los más rebeldes y aquí paz y después gloria.