En Ourense, concellos pobres tienen los vecinos más ricos: Chandrexa de Queixa, Vilariño de Conso y Manzaneda
 
Los tres se ubican en zona deprimida del Macizo Central de la provincia, pero los dos primeros triplican la media de la provincia de dinero por habitante en sus presupuestos; los que más han de hacer con menos recursos son Cartelle, A Peroxa y A Merca
 
 
 
 
 
 
09 de ABRIL de 2017: OURENSE DIXITAL

En 2017, los vecinos de tres concellos de una comarca deprimida de Ourense, la del Macizo Central Ourensán, siguen siendo los mas ricos de la provincia teniendo en cuenta a cuánto toca cada uno del total de los presupuestos de su Concello. Son los de Chandrexa de Queixa, Vilariño de Conso y Manzaneda, donde la superficie hace tiempo anegada por el agua de los embalses que inundaron sus tierras siguen produciendo pingües beneficios en las arcas municipales. Los dos primeros, Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso, están por encima de los 2.700 euros per capita, que son tres veces la media de los 92 concellos, 854,2 euros por vecino.

Es una realidad engañosa que no corresponde a esa especie de milagro que todos los años se opera en los ingresos de estos concellos. Disponen de dinero (1,4 millones Chandrexa de Queixa; 1,6 Vilariño de Conso y 1,7 Manzaneda) pero de lo que disponen, sobre todo los dos primeros, es de muy poca población. Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso son los concellos de la provincia con una dispersión población mayor, un 2,9% es decir, no llegan a 3 habitantes por kilómetros cuadrado (cuando Barbadás, por ejemplo, tiene 352 vecinos por kilómetro cuadrado y la capital casi 1.288. Pero así tocan a más.

Sería erróneo pensar que porque sus vecinos tocan a más dinero de los presupuestos de sus respectivos concellos tiene, por ejemplo, más y mejores infraestructuras, más y mejores servicios y más y mejores atenciones municipales, en general. Teniendo en cuenta que esta situación no es nueva sino que lleva más de una década repitiéndose, qué hacen sus respectivos gobiernos municipales es todo un misterio. En ocasiones los regidores municipales han apelado a la dispersión población y al hecho de muchas poblaciones con muy pocos vecinos, pero la realidad es que en Chandrexa de Queixa constan 506 votantes (que suponen realmente menos vecinos en el día a día) y 586 en Vilariño de Conso, y ese es el censo máximo que ambos concellos han de atender y al que han de prestar servicios. A muchos de los núcleos de estos concellos la recogida de basura llega una vez por semana, por ejemplo. Y el hecho de disponer de más población envejecida no se plasma en que el personal que ambos concellos contratan para la prestación de servicios sociales sea mayor que otros con mucho menos presupuesto.

 
 
En el polo contrario se sitúan Cartelle, A Peroxa y A Merca, cuyos habitantes serían los más pobres de la provincia en los presupuestos de sus respectivos concellos. Pero en la lista de 10 aparecen también O Barco de Valdeorras y Barbadás. Estos dos últimos, aún disponiendo de mucho más dinero que los dos mas ricos, administran y dispensan servicios a una población casi 13 y 10 veces mayor, respectivamente. Y es obvio que, con mucho más dinero per capita, Barbadás y O Barco de Valdeorras dispensan muchos más servicios a sus vecinos que Chandrexa de Queixa y Vilariño de Conso. Sin duda alguna algo falla en la gestión municipal de los concellos de esta provincia y no es asunto baladí. Como no lo son otras peculiaridades que refleja el análisis de sus partidas de sus presupuestos, como los 721.540 euros que Chandrexa de Queixa consigna a Inversiones Reales, un 51,7% del total de su Presupuesto. En algo hay que gastar. O justificar gasto, que no es lo mismo.
 
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