Publicado en: "Análise antropolóxico dun hospital psiquiátrico rural".
En AA.VV.: "Antropoloxía da saúde".
Consello da Cultura Galega. Santiago, 1997.
(ISBN 84-87172-19-9).

Siempre se ha dicho que el Espacio y el Tiempo son elementos fundamentales para los análisis antropológicos de las culturas o los pueblos. También lo son para la Psiquiatría y sus Instituciones Hospitalarias. Goffman, con su obra "Internados", o Barton en su "Neurosis Institucional" dieron el pistoletazo de salida. Desde entonces siempre se han utilizado el Espacio y el Tiempo como elementos de denuncia o como herramientas para la mejora asistencial. Se empezó con la denuncia de la cronicidad asilar , siguiendo con las Reformas Psiquiátricas tratando de romper los muros del manicomio y salir al espacio extrahospitalario.. terminando con la actual división de los espacios hospitalarios en Agudos, Media Estancia o Crónicos, muy mediatizadas por los "Días de Estancia Media" de los Nuevos marcadores del Tiempo Hospitalario: los Gerentes.
Sin embargo, éste es el Tiempo y el Espacio del discurso de los Médicos, de los Técnicos... Pero en los Hospitales hay otras comunidades con experiencias y vivencias distintas : los trabajadores y los enfermos. Hoy vamos a hablar poco de los enfermos, de los médicos o de los trabajadores desde un abordaje individual. No vamos a contar casos clínicos de interés antropológico. Nos vamos a centrar en la relación de la comunidad rural con el Hospital. Como pacientes o como trabajadores introducen en el Hospital todo el entorno sociocultural del cual proceden.
La gran mayoría de los pacientes y de los trabajadores del Hospital sobre el que hoy hablaremos proceden del rural gallego, en contraposición al estamento médico que pertenece al mundo urbano. Intentaremos centrarnos en analizar un Hospital que, aunque de origenes urbanos y médicos, es el
paradigma de una institución en simbiosis con el mundo rural que lo penetra y lo rodea. Ambos mundos, el Hospitalario - urbano, y el rural se necesitan, y ambos se desconocen y se enfrentan. Son dos mundos interdependientes. Goffman, en su obra "Internados" decía que: "Cada sociedad favorece formas especiales para el acercamiento y trato recíprocos de dos individuos, por ejemplo, entre pariente y pariente, o entre una casta inferior y una superior". Hoy hablaremos de algunas de esas formas de acercamiento e interdependencia a través de aspectos particulares del Tiempo y el Espacio de este Hospital.

UN HOSPITAL PSIQUIATRICO RURAL


Es un Hospital psiquiátrico que atiende fundamentalmente a pacientes de origen rural, que sólo admitía para internamiento a los pacientes varones hasta hace bien poco. Es el único dispositivo público de hospitalización psiquiátrica de la provincia de Orense, la provincia interior de Galicia.

Se situa el Hospital en un monte a 8 Kilómetros de la ciudad, una zona apartada , sin casas alrededor , aunque hay varios pueblos en la zona que lo circunda. El edificio del Hospital fue concebido originalmente como la Leprosería del Noroeste de España.
No llegó a ser utilizada para tal fin, y antes de ser abierto como Hospital Psiquiátrico, todavía estuvo en proyecto el abrirlo como un Sanatorio Antituberculoso.

Iba bien el lugar en donde se asienta: lugar aireado, frío, rodeado de árboles y apartado. En fin como puede verse , varias de las clásicas enfermedades con estigma: lepra, tuberculosis, locura,... que siempre se intentaron alejar pues molestaban, contagiaban o atemorizaban a la población.
Fue abierto como Hospital Psiquiátrico en 1959, en terrenos del Ayuntamiento de Toén, una zona rural dedicada a la agricultura cercana a la ciudad. La mayoría de los trabajadores del centro (Auxiliares psiquiátricos, obreros,) han sido vecinos de los pueblos de alrededor. En las cláusulas de fundación y de cesión de terrenos se especificaba que tendrían que contratar a vecinos del Ayuntamiento de Toén. Desde esa fecha ,y gracias a esa cláusula, a los sindicatos y al clientelismo típico de todos los lugares aislados, se han ido pasando los puestos de unos familiares a otros, y dicha proporción se mantiene hoy en día. El personal médico y de enfermería residía en la ciudad y, hasta hace pocos años, nadie quedaba de guardia en el Hospital. Desde el mediodía y hasta la mañana siguiente, el Hospital pertenecía a los Auxiliares y enfermos, que convivían y trabajaban juntos en los terrenos del Hospital. También hubo un tiempo en que residía y trabajaba una comunidad de monjas, las Hermanas de la Orden del Huerto, nombre muy apropiado como después se verá.
A pesar de sus múltiples actividades y publicaciones, el prestigioso psiquiatra Cabaleiro Goás, director de Toén durante casi 20 años nunca mencionaba a la comunidad rural que rodeaba al Hospital. Siempre nos habló del Hospital de Toén, pero no del Toén pueblo.
Algo parecido ocurre en la Memoria publicada sobre una "Experiencia de Sector en el rural gallego" realizada por el Equipo de Toén en los 70. En ella para nada hablaban de la Comunidad circundante.
La Enciclopedia Gallega, al buscar la referencia de "Toén" , para nada habla del Manicomio situado en sus terrenos, pese a ser la Industria o Empresa más importante del Municipio. Sin embargo, en la misma Enciclopedia el Sanatorio de Toén es considerado como un enclave de la parroquia de San Pedro de Moreiras, en el Ayuntamiento de Toén, y que tiene 156 vecinos, y dista 2,4 km. de la capital municipal. Reconocido por unos, olvidada por muchos y tolerada por los que obtienen algo a cambio.

 
El Hospital consigue prestigio internacional en los años 60 y 70, gracias al buen hacer de Cabaleiro Goás, quien lo dirige desde su apertura hasta que fallece en 1977. Aunque esta afirmación pueda ser origen de polémica, hay que decir que en verdad la fama de Cabaleiro era más bien debida a sus libros , conferencias y publicaciones que al tipo de asistencia intrahospitalaria que se dispensaba.
Hasta mediados de los 70, el enfoque terapéutico y asistencial de Toén no se diferenciaba mucho de otros Hospitales gallegos y del resto del Estado: celdas, electroshocks, inyecciones de aguarrás, sólo atendía a hombres( la mujeres eran "deportadas"a Arévalo)...
Los 13 primeros enfermos de Toén con sus vigilantes auxiliares. Agosto de 1959.

En 1972, con el apoyo de Cabaleiro , nuevas generaciones de psiquiatras introducen la Sectorización y se revoluciona la Asistencia Psiquiátrica rural del momento mediante equipos que se desplazan a consultar a las cabeceras de las comarcas. Esto es parte de la Historia de la Psiquiatría gallega y hoy no viene al caso, aunque fruto de esa experiencia de Sectorización se publicó una pequeña Monografía, que contiene importantes reflexiones sobre Antropología de la Salud aplicada a la Asistencia Psiquiátrica Rural. Este trabajo , junto con la Tesis Doctoral de Cabaleiro, que versaba sobre la Medicina Popular de Galicia, constituyen la aportación "Toeniana" a la Etnopsiquiatría gallega. Pero eso ya se ha comentado en otros trabajos, y hoy no volveremos sobre ello.

TOEN MUNICIPIO - TOEN HOSPITAL: TANTO MONTA, MONTA TANTO...

 
El hospital nunca ha tenido muros ni vallas. No hace falta, hay otras barreras tanto o más eficaces. El propio aislamiento físico y el hecho de que la gran mayoría de los trabajadores resida y trabaje en las aldeas y campos de los alrededores hace que los enfermos no lleguen muy lejos.

Hay ya una tradición de avisar por qué camino o aldea de los alrededores buscar al enfermo, y no es raro que como los conocen y saben cómo manejarlos, lo entretengan en alguna taberna o en el horno del pueblo mientras avisan a los Auxiliares(sus convecinos) de turno en el Hospital. Esto aunque parezca difícil ha permitido que el personal de los turnos sea escaso en comparación con el que haría falta enun Hospital urbano situado en el Centro de la ciudad. De alguna forma, tal vez sin darse cuenta o tal vez sabiéndolo, la comunidad de pueblos de alrededor han evitado que se contratara a más personal, sobre todo celadores o policías privados, que es una categoría que no existe en el Hospital, y que son la base de la seguridad y vigilancia en la mayoría de los hospitales. Un aumento de las fugas tal vez diera lugar a un excesivo aumento de plantilla, más puertas cerradas, vallas ...que traería gente de fuera de la zona, urbana, compañías privadas de seguridad. Los paisanos de la zona perderían poder , familiaridad, el hospital sería menos suyo, se acabarían los pequeños "choios" y arreglos... Es una hipótesis poco probable y algo arriesgada, pero no imposible .
El pueblo que está más cerca del Hospital se llama Moreiras, es el más grande del Municipio pese a no ser la capital del mismo. El pan y las empanadas que se consumen en el Hospital vienen de allí; los vecinos utilizan para desplazarse a la capital el Autobús del personal del Hospital que sube y baja a Orense en cada cambio de turno...Los bares y tabernas del pueblo tiene una clientela fija y constante compuesta por los llamados Residentes del Hospital, que compran

 
enormes cantidades de café, bebidas de cola y tabaco...
Se podría pensar que estamos ante una integración perfecta entre los enfermos y los vecinos - trabajadores, sin embargo hay detalles que no nos hablan de la existencia de tal idilio.
Así hace poco asistimos a la negativa de todos los trabajadores - vecinos del Centro a reconocer como vecino a un enfermo del Hospital, pero nacido en el pueblo, en un momento en el que si no justificaba ser vecino del pueblo no le subían la Pensión.
Fiesta del Enfermo.
Toén, años 60.

Es una relación interesada por el beneficio que obtienen del Hospital, ya estipulado desde su Fundación con esa cláusula que obligaba a contratar a gente del Ayuntamiento.
Pero a cambio de este beneficio, que les reporta seguridad en puestos de trabajo, cercanía, compatibilidad con otros trabajos en el mismo turno ... está la convivencia diaria conla locura, a la que se han acostumbrado y han aprendido a conocer..., porque les interesa. Aceptan al loco porque es su fuente de trabajo, porque trabaja con ellos o a veces para ellos; porque son clientes - consumidores. Conviene reflexionar y tratar de extraer las estrategias de integración y de aceptación de la apertura de un Manicomio en Toén. En la prensa, asistimos diariamente a protestas, a veces violentas, de pueblos y comunidades que se oponen a la instalación en sus municipios de granjas de toxicómanos o de enfermos terminales de Sida. Hace 30 -40 años, el estigma asociado a la locura era tanto o más fuerte que el que hoy se asocia el Sida o a la droga. Probablemente la comunidad rural se ha ido creando un mito y una narrativa en torno a la locura , muy mediatizada por la visión que el "cuidador - aldeano - vecino" tenía del loco.

 
 
ALGUNOS TESTIMONIOS
 

Gonzalo, vecino de Moreiras, trabaja como Conserje en el Hospital desde que se abrió. Nos cuenta que al principio los vecinos del pueblo le tenían mucho respeto al hospital. Era un Manicomio. Nunca subían con el ganado cerca del edificio a pesar de que se lo permitía la Dirección del Hospital , y de que la zona había sido un monte comunal en el que la gente para estas labores.
Imperaba el miedo al loco... Hoy en día, los vecinos les llaman "los enfermos" y al Manicomio se le ve como un Hospital para enfermos mentales con la misma categoría que un Hospital general.
Fiesta de Reyes en el Hospital de Toen, años 60. Cabaleiro Goás, Rego Nieto y Cordero Beledo

El informante se refiere al centro como el Sanatorio, y opina que fue bueno para el pueblo porque evitó que la gente se marchara a la ciudad o a Suiza en los años de la emigración...Nos dice que un 90% de las casas del pueblo tiene algún miembro que trabaja o ha trabajado en el Sanatorio. También hay vecinos del pueblo que tuvieron que ser ingresados . No quiere hablar mucho de ello, dice que" fue necesario", que "cualquier persona en un momento dado puede ponerse mal y tener que estar unos días aquí". Probablemente estos internamientos de vecinos del pueblo en el Hospital supusieron una auténtica ruptura en el mito o las narrativas de la comunidad rural de Moreiras en torno al Hospital y a la locura. Desde hace años, Gonzalo invita a merendar a su casa a algún enfermo que conoce bien . Dice que así salen del Hospital y de paso le ayudan a podar las cepas o los frutales. No es que quiera que le ayuden al trabajo manual. Busca experiencia aldeana, consejos de "vello": "aunque llevan años aquí, saben bien de estas cosas". A veces les da dinero, aunque dice que es algo simbólico, pues muvchas veces no hacen nada. Me cuenta que hay otros compañeros "cuidadores-aldeanos- vecinos", que piden también consejos a algunos enfermos para elaborar el vino de casa.
Juan, auxiliar psiquiátrico, también está en el Hospital desde que se abrió . Antes de ser Auxiliar trabajó en un Circo , en el cual también trabajaron muchos de sus compañeros y vecinos. Se mantiene en el mismo discurso que Gonzalo, aunque matizando que los enfermos son personas imprevisibles, son holgazanes, y que nunca hay que perderles el ojo. En sus palabras hay una cierta nostalgia de los tiempos en que los Auxiliares se las tenían que entender a solas con los locos agitados y furiosos que venían a ingresar por las tardes cuando no había médicos utilizando celdas para contener a los enfermos. Tanto Juan como Gonzalo afirman que en la historia de Moreiras sólo se recuerda un robo con destrozos en una ocasión hace años. No conocen agresiones graves, ataques sexuales o incendios en el pueblo, aunque saben que en cuanto se escapaban determinados enfermos, empezaban incendios por los alrededores.
Siempre se ha dicho que "el loco es es por definición un ser capaz de violar los principios y reglas de la moral sexual,... y por ello durante años se mantuvo una estricta separación de sexos en los Hospitales Manicomiales, negando con ello la libertad sexual"(García,1979:p16,128). En Toén, no hubo mujeres ingresadas hasta el año 1982, ya en plena etapa de libertad democrática. Sin embargo aún hoy en día, se mantiene la separación de sexos, y las mujeres
ingresadas gozan de menor libertad que los hombres. La sala de Mujeres es la única sala del Hospital que permanece cerrada durante todo el día. Ha sido objeto de muchos debates en el equipo médico, pero el sentir general de los trabajadores es que mejor están encerradas que circulando por los pasillos y campos del Hospital. El tabú de las violaciones ,etc.. probablemente funciona en todos los estamentos , pero mucho más en el de los trabajadores- vecinos debido a la implicación profunda la Comunidad rural cercana en el trabajo diario del Hospital. El equipo médico ha decidido no abrir las puertas de la sala de mujeres hasta que la unidad de internamiento de agudos se traslade a la ciudad, dentro de unos meses. Funciona el mito de la modernidad y la ciudad como lugar de libertad,de fusión cultural, de anonimato.. pero también de perdición(Pidolle & Cremmel, 1994).
Juana, trabaja en el Hospital como Auxiliar de Clínica, aunque también trabajó en la Cocina por temporadas. Vive en una pequeña aldea cercana al hospital llamada Trelle. Tiene una hija que vive en Orense, Auxiliar de Clínica y que este verano trabajó haciendo sustituciones en el Hospital. No quería que trabajase aquí porque hay Hospitales mejores en la ciudad, pero le falló el contacto para apuntarse en la lista de sustituciones "buena", la que valía, que era la del político de siempre, y no la lista "oficial" del Hospital de la ciudad. Al preguntarle si cree que debería permitirse salir libremente a las enfermas, se retrae, y dice que están mejor así, pero que si los médicos se responsabilizan de lo que pudiera pasar, pues que se haga. Opina que cuando los enfermos crónicos bajan a Orense por las tardes, van a gastarse el dinero en los prostíbulos y de bares... y que volverán bebidos y eufóricos...y que es una pena que lo hagan con" lo tranquilos y bien que están en la finca del Sanatorio". Parece que estemos en un discurso o en un registro moral, pero recordemos que ese fue el registro y el discurso que mantuvo la psiquiatría y la medicina durante los siglos XVII y XIX: se afirmaba la nocividad del medio urbano, y había unanimidad en acordar que " una campiña solitaria, con terrenos cultivables, hermosos paisajes, aire puro que invite a pasear, engendran una sana fatiga y disponen al reposo del alma" (Scipion Pinel(1836), citado en Donzelot,1970:p44-6).
Somos conscientes de que la información que estas personas proporcionan acerca de sus experiencias y valores varían en función de sus propias trayectorias biográficas." No obstante los individuos de un grupo social comparten tradiciones heredadas, vivencias, prácticas y representaciones simbólicas que forman parte de sus condiciones de existencia. Cuando los diferentes individuos entrevistados poseen una común posición social específica tienden a presentar un corpues discursivo,... un conjunto de enunciados caraterizados por un cirto nivel de cohesión y de dispersión, denso y rico en matices...(Alvarez Uría, 1992:p179-180). La cultura campesina es una cultura
oral, y mediante la narración de sus vivencias , y dentro del desorden de sus aportaciones , van componiendo una historia abierta a sucesivas actualizaciones. Es como toda narración, una puesta de sentido. En ella es la forma de la narración lo que da sentido a los hechos que de otro modo serían sólo señales en el calendario (tomado de Artuch) .

DE LA MATANZA DEL CERDO Y ALGUNAS COSAS MAS


Toén ha sido un Hospital con pocos pacientes ingresados, entre: 150-200, aunque hubo años que se llegó a 350 . Gracias a eso, las condiciones de alimentación y nutrición de los enfermos no eran malas, y nunca hubo problemas de hambre. Esto es algo muy importante , pues en esos años las muertes por malnutrición y por tuberculosis( derivado de lo anterior) no eran raras en otros Manicomios gallegos como Conxo (tenían 1500 enfermos para tres o cuatro médicos). Pero no es ésta la única explicación. Siempre se ha dicho que la verdadera Historia de los Manicomios está por escribir hasta que no se incluya en ella un elemento clave en la misma: el trabajo y el poder de los Administradores de estos hospitales. En Toén esto ha sido fundamental hasta hace bien pocos años. Como buen maragato que era , entendido en tratos y comercios, el Sr.Administrador de Toén desde sus inicios hasta que se jubiló hace poco, organizó una huerta y una impresionante granja de cerdos en los terrenos del Hospital. Eran 300 cerdos y aún hay quien recuerda sus chillidos que a veces impedían dormir, pero sobre todo evitaron el hambre y la desnutrición derivada del escaso presupuesto del Hospital en los años difíciles. Volveremos sobre los cerdos dentro de un momento. El Hospital de Toén está rodeado de una gran finca , en la cual no era inusual que al tiempo que los enfermos deambulaban o sesteaban por los prados , pastaran las vacas y ovejas del personal que estaba de turno , el cual al terminar su trabajo intrahospitalario se retiraba a su domicilio conduciendo su ganado a la aldea vecina.
Aunque no llegó a ser una colonia agrícola como ocurrió en otros Hospitales del Estado, fue importante el trabajo productivo en la finca y la granja. Muchos trabajadores identifican la época de grandeza y fama del hospital con los años de los 300 cerdos y los campos cultivados. Los enfermos trabajaban y se les pagaba una cantidad simbólica, y la plantilla de obreros agrícolas era importante. Con el paso de los años se abandonaron los campos y la granja. Había más presupuesto en el Hospital pero aquí tuvieron mucha importancia dos elementos clave y con importante simbolismo en el discurso y la praxis médica actual: las Pensiones de los enfermos, y .... el colesterol.
Con las mejoras asistenciales y de seguridad social introducidas con los años, la gran mayoría de los enfermos crónicos dejaron de trabajar en campos y talleres. ¿Para qué iban a trabajar si ahora ya cobraban una Pension?. Se abandonaron los campos , los cerdos, y el personal agrario se reconvirtió a
Auxiliar. Muchos de los Auxiliares veteranos, que conocieron los famosos tiempos de grandeza y prestigio, identifican la inactividad agrícola actual con un deterioro asistencial, pues los enfermos no realizan trabajo manual y muchos de los trabajadores, se limitan a vigilar a los enfermos como si fueran ganado: "Hubo tiempos mejores".
Con el cierre de la granja se perdió también uno de los Rituales que de por sí entraña multitud de referentes en el mundo rural en general, sobre todo en Galicia: la Matanza del Cerdo. En la cultura popular gallega , los cerdos siempre han sido el soporte simbólico de la presencia de los del otro mundo dentro del espacio doméstico , son animales especiales, que están del lado de las cosas ocultas (Mandianes)...
En este Hospital de Toén, este cruce de simbología y discursos de la Matanza del Cerdo se complica un poco más: es un ritual masculino en un hospital sólo para hombres y es un ritual de sacrificio polisémico.
La matanza era además uno de las celebraciones principales del año para los cuidadores y para los enfermos. Este y otros acontecimientos rompían el ritmo largo y monótono del asilo-pueblo manicomial . Un ritmo agrícola , cíclico, casi cósmico: "las necesidades de la adaptación al mundo rural entrañan , al nivel de la existencia de cada día, referencias no cotidianas, sino anuales. En la ciudad , el ritmo es más diario"( Thobie, 1986). La modernidad implica una concepcion lineal del tiempo frente a la cocepción cíclica de la tradición (San Martín, 1995). Las fiestas de los pueblos de alrededor a las que acudían muchos enfermos (con permiso o sin él), o las visitas del Coro del pueblo de Moreiras para cantar en la capilla del Hospital han sido fiestas anuales, auténticos rituales cíclicos de intercambio entre los enfermos y la comunidad rural vecina. A estos rituales de intercambio , se añadiría un elemento, casi- cíclico pero perteneciente a la modernidad, y todavía no analizado en todas sus dimensiones: las elecciones democráticas municipales. Muchos de los enfermos crónicos están censados en el Municipio, y sus votos pueden ser decisivos para la configuración del poder municipal. En las últimas elecciones hubo grandes tensiones entre "cuidadores-vecinos- candidatos electorales " derivadas de prácticas poco claras en el día de las votaciones y en la campaña electoral.
En la Matanza, todos compartían y celebraban esos días, incluso aparecían los médicos por las tardes, algo inhabitual . En la cultura rural gallega, una de las características de estos días que Mandianes denomina como "fuertes": Magosto, Matanza, Antroido..., es la circulación, el intercambio entre los dos aspectos del mundo, el visible y el oculto, entre los diferentes grupos aldeanos, entre sexos y entre gentes de diferentes aldeas... O entre gentes de culturas diferentes. La comunidad rural gallega en sus dimensiones doméstica , aldeana y parroquial está compuesto por los vivos de éste y los del otro mundo. Las dos
dimensiones del mundo son paralelas y hay intercambios contínuos entre ellas. Los encuentros entre los de este mundo y los del otro son rituales. En este ritual de Matanza de Toén, permitía el encuentro de las dos culturas o mundos que coexistían paralelamente dentro del Hospital: Rural( el de los pacientes y el de los trabajadores) y Urbano( el de los médicos), actuando en ocasiones como un elemento de regulación social al igual que ocurría en el mundo aldeano durante celebraciones como el Antroido.
Los médicos urbanos no sólo iban a participar de la fiesta y el espectáculo , sino que tenían además intereses. Muchas de los médicos cebaban "su" cerdo en la granja del hospital rural durante todo el año , que se sacrificaba en este San Martiño particular. En las comidas del Hospital se comían chorizos y jamones durante todo el año, .. y aquí el dicho de que "o porco da casa non ten colesterol" no se cumplió . Los enfermos estaban gordísimos y tenían el colesterol por las nubes. Los médicos prohibieron las matanzas y al poco tiempo se cerró la granja.

NUEVOS TIEMPOS, NUEVOS ESPACIOS

Quedarían muchos otros aspectos por analizar y traer aquí, pero a través de estas pinceladas , aún cayendo aposta en una caricaturización, podemos observar estrategias de integración y afrontamiento de dos mundos que conviven y coexisten en mucho más que en el espacio y el Tiempo. Hemos hablado de la cosmovisión rural y la urbana; de un Hospital como Institución Sanitaria del Estado en un proceso de simbiosis con una comunidad rural, que lo rodea físicamente y lo penetra de muchas formas.
En los meses venideros, se comenzará un proceso de Reforma Psiquiátrica en el Hospital, que va a ocasionar que un cierto número de camas se cierren y se trasladen a un Hospital General en el centro de la ciudad cercana. Los trabajadores-vecinos se oponen al cambio. Salen a relucir los mitos de que es un lugar tranquilo y de reposo para los enfermos, que es un sitio más discreto... que la calidad de vida es mejor para los enfermos porque están en la naturaleza y pueden tomar el sol y el aire. Casi reivindican el tratamiento moral de hace un siglo. No nos debiera parecer raro pues en la Rehabilitación de los pacientes psiquiátricos crónicos de finales del siglo XX pisa fuerte la Psicoeducación, y aunque no es el lugar para discutirlo aquí, estamos de nuevo en el terreno del tratamiento moral.
Es difícil aventurar que es lo que va a ocurrir con esta simbiosis que aquí hemos tratado de exponer. Creo que esta "urbanización" futura invertirá definitivamente este equilibrio. Bastantes facetas de la vida aldeana y a su vez de la vida hospitalaria se verán afectadas sensiblemente. No creo que se lleguen a cerrar definitivamente todas las camas del Hospital. Tal vez porque las Autoridades Sanitarias no quieran construir más Hospitales, pero creo que va más en la línea de lo que decía Grimson (1971:p24): "cuanto más destinada la institución a su propia conservación, más se retarda el eventual retorno del paciente a la sociedad".
Hemos intentado descender desde la Mirada Psiquiátrica, Fenomenológica, aportada por Cabaleiro y seguidores, a una Mirada Semiótica Moderna, a un lugar diferente para el entrevistador, un lugar más humano...Hemos tratado de Reconstruir otra Historia menos Clínica, pero más sociocultural.



BIBLIOGRAFIA

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