Trabajo presentado en II Congreso da Memoria Histórica, Culleredo, diciembre 2005


El pasado año 2004 se cumplía el 75 aniversario de la celebración de las denominadas ”Primeras Jornadas Médicas Gallegas ” . Fueron celebradas en La Coruña del 19 al 25 Agosto de 1929 con gran éxito de asistencia de congresistas y gran repercusión social y en el mundillo médico científico gallego y madri-galego (como le gustaba decir al fallecido periodista Borobó en sus famosos “Anacos”).

A Coruña, 1929. Ese verano en A Coruña se reúne lo más granado de la Medicina galaica del momento. El Presidente de las mismas era el Dr. Jacobo López Elizagaray,patólogo internista y Exdecano del Hospital Provincial de Madrid y Académico de número de la Real Academia de Medicina. La Comisión Organizadora estaba compuesta por el presidente citado, Roberto Nóvoa Santos, el cirujano José Goyanes Capdevila, Mariano Gómez Ulla, Ricardo Varela Varela y Manuel Varela Radío. Fue apoyada por la Universidad de Santiago, de Madrid y de Oporto.. Entre los ponentes: el malogrado Nóvoa Santos quien imparte en el salón de sesiones del Ayuntamiento herculino la conferencia de clausura “Correlación entre soma y psique ” . Comparte cartel de clausura con Nóvoa Santos el doctor Alejandro López Cadarso, catedrático de Anatomía de la Facultad de Medicina de Santiago. Aunque dominan el congreso los trabajos médico quirúrgicos hay aportaciones sumamente novedosas para los congresos de la época como la del Dr. Juan José Barcia Goyanes con una intervención sobre “Teleología y psicoterapia”. Este médico compostelano de nacimiento y valenciano de adopción recientemente fallecido fue uno de los introductores de la especialidad de Neurocirugía en España.
 


 Portada Libro de Actas  Jornadas Médicas Gallegas,  1929.




MÉDICOS “OURENSANOS” EN LAS JORNADAS de 1929

Destacaremos la participación de la Dra. Olimpia Valencia con la comunicación “Variaciones que experimenta la colesterina en la sangre, en relación con la anestesia quirúrgica” y que era el tema de su Tesis Doctoral Esta médico, nace en Baltar-Ourense en 1889 aunque viguesa de adopción desde su juventud, fue una de las primeras médicos que estudian la carrera de Medicina en Santiago (1919-1925) y que ejerce en Galicia. Durante su estancia en Madrid para realizar el doctorado vive en la Residencia de Estudiantes, dirigida por María de Maeztu, relacionándose con la "Institución Libre de Enseñanza". Se dedicará a la Ginecología estableciendo consulta en Vigo en 1928 en la céntrica Rúa do Príncipe donde ejercerá hasta su jubilación. Sufrió encarcelamientos breves en la guerra y posguerra debida a su militancia de izquierdas y participación en diversos actos a favor de candidatos del Partido Galeguista entre 1931-1936. Fue confundadora de la Academia Médico-Quirúrgica de Vigo. El Concello de Vigo dio su nombre a una calle en 1998.

El otro ourensano que figura en el libro de Actas es el Dr. Manuel Peña Rey, médico ginecólogo, que p articipa con una comunicación sobre “Embarazo ectópico con retención del feto durante 15 meses”. Nace en la provincia de Pontevedra el 7-3-1899 y fallece en Ourense en 1957, ciudad en la cual desarrolla toda su carrera profesional. Con una importante labor asistencial en Ourense iniciada en el Hospital Provincial y en el Sanatorio Pol Piñeiro (en el que deja de consultar en 1922), en 1923, funda su Sanatorio Quirúrgico, en compañía del cirujano José Mosquera Blanco. En 1930 abrirá nuevo sanatorio, y ya en la II República llega a ser director del Hospital Provincial Modelo de As Lagoas en Ourense. Al triunfar el golpe militar de 1936 fue represaliado, cesado en su cargo de director, encarcelado y depurado con imposibilidad para ejercer durante unos años.

El tercer ourensano que participa en las Jornadas con dos trabajos es el Dr. Nicolás Ramón López Aydillo, del cual sospechábamos su origen ourensano (ver SIMON, 2004) ya que coincidían sus apellidos con los del periodista y cronista Eugenio López Aydillo, muy vinculado éste al líder agrarista anticaciquil ourensano Basilio Álvarez en los años 1910-1913 ( y cuya trayectoria han estudiado entre otros autores como José Antonio DURÁN (1977)). Una columna periodística de la periodista Maribel Outeiriño en La Región (25-8-2004) nos confirmó los orígenes ourensanos del Dr. López Aydillo. P resenta dos trabajos en el Congreso: “La epilepsia y sus equivalentes” y “Conducta del médico ante un alienado furioso ” . López Aydillo (1929), que se confiesa discípulo de Lafora, el paradigma de la psiquiatría de alto nivel científico del período de la Segunda República. López Aydillo denuncia en el segundo trabajo citado varios aspectos relacionados con la psiquiatría de la época. En primer lugar, la precariedad y abandono de la enseñanza de la psiquiatría en las facultades de Medicina, pese a las gestiones apremiantes y directas que realizaba en esa época la Liga de Higiene Mental. También hace patente en dichas Jornadas los obstáculos legales y de todo tipo que imponía el Decreto de Internamiento de Dementes de 1885, que será depuesto un par de años después bajo el gobierno republicano con el apoyo técnico político de Lafora y los profesionales sanitarios republicanos. Esta pequeña aportación de López Aydillo contiene también instrucciones para el médico general acerca de cómo abordar y hacer una contención mecánica de un paciente agitado o violento, que podrían figurar en cualquiera de los Manuales de Urgencias Psiquiátricas actuales.

Entre las actividades sociales del Congreso destaca la visita a Santiago de Compostela, y allí entre otras actividades como visita a la Catedral , recepción en el Ayuntamiento o actos en la Facultad de Medicina también se hace una visita al manicomio de Conxo. En el libro de Actas de dichas Jornadas (VV.AA., 1929), se relata cómo son recibidos los Sres. congresistas por el psiquiatra Francisco Bacariza Varela, director de Conxo, y cómo fueron admirados “los señoriales jardines, la escalinata, los pabellones y las dependencias del suntuoso manicomio”. Nada cuentan las Actas sobre las espantosas condiciones en que eran atendidos los enfermos mentales en el manicomio compostelano y que serán denunciadas pocos meses después, en Febrero de 1930, en un informe que los psiquiatras Baldomero Lois Asorey y José López Pérez-Villamil presentan a la Junta de Gobierno del Manicomio y del cual sólo señalamos que “. .actualmente corresponden 1000 pacientes a cada médico[....] no hay ni un solo baño de agua caliente en Manicomio con 250 sucios”. Pero esto es otra historia sobre la que hoy no abundaremos.


NICÓLÁS RAMÓN LÓPEZ AYDILLO: UN NEUROPSIQUIATRA DE VANGUARDIA EN EL EXILIO INTERIOR DE LA POSGUERRA

Nicólás Ramón López Aydillo nace en Ourense en 1894 y fallece en Madrid en julio de 1984. Aunque mantuvo vínculos familiares y viajaba a Ourense con frecuencia, se traslada de joven a Madrid en donde inicialmente trabaja como secretario particular de Rafael Altamira. También trabajó en el Tribunal de Cuentas y en Correos. Regresaba a Ourense con frecuencia para pequeñas visitas familiares.
Inicia estudios de Medicina en Madrid terminando en 1926. Allí se establece con práctica neuropsiquiátrica bajo la supervisión de Lafora al que él considera como su maestro. En el Instituto Cajal entra a trabajar en fecha que no hemos logrado precisar pero al menos desde 1930, también bajo las directrices de Lafora, en el Laboratorio de Fisiología Cerebral. Allí investiga acerca de aspectos relacionados con fisiología del sueño y su respuesta a diversos fármacos. Durante ese período participa en las Jornadas Gallegas de 1929 y luego en las de 1931 que se celebran en Vigo en las que realiza aportaciones en el campo de la neurohistopatología.

 
“Quien penetre hoy en el pintarrajeado campus universitario del Retiro tiene una dura tarea para identificar el primitivo Instituto Cajal. Ni los guardas ni los estudiantes ni los profesores que lo pueblan saben nada de ese Instituto y, muchos, ni quizá tienen claro quién fue Cajal. Y no es que no se vea: se trata de un edificio enorme, de espadlas a la entrada, encarado a unos desmontes, pensado ilusamente para dominar lejanías desde su alta cota y aparecer como faro científico de la ciudad” (ANAYA, 2002).
“Aquel Instituto estaba en un gran edificio situado dentro del parque del Retiro, algo mas allá del Observatorio. Verdaderamente, se tenía la impresión de que el edificio esta situado al revés. La entrada principal con dos columnas laterales y una hermosa escalinata daba inmediatamente, a una bajada a modo de terraplén de cerca de 15 metros , terminando abruptamente en el paseo de Maria Cristina[...]. El Instituto constaba de tres pisos, cada uno de ellos con dos alas, de los que el primero estaba ocupado por el Laboratorio de Histopatología al cargo del Prof. J. Sanz Ibáñez. La segunda planta esta ocupada por el Laboratorio de Histopatología del Sistema Nervioso, a cargo de G. Rodríguez Lafora, situada en el ala suroeste y por el Laboratorio de Neurohistología, que dirigía Don Fernando de Castro. El piso superior contenía el Instituto Marañón [.....] La otra ala del Instituto estaba ocupada por el Laboratorio de Histopatología del Sistema Nervioso que estaba dirigido por Don Gonzalo Rodríguez Lafora. En aquel Laboratorio persistía la tradición inveterada de que la Neuropatología no la hicieran los patólogos sino los psiquiatras, Así, la cabeza visible, aparte de Lafora, era el ya citado López Aydillo” (ESCALONA, 2002).
 

 Primer edificio  diseñado para  Instituto Cajal,  construido de  1920 a 1933 y  en servicio
 hasta los años  50.

 

Publica en 1930 en “Galicia Clínica” y luego en prestigiosas revistas hispanas de la época previa a la guerra civil: “Un caso de enfermedad de Parkinson juvenil combinado con espasmo de torsión”(1934) en Anales de Medicina Interna; “Síndrome pirámido-extrapiramidal” (1934) en Archivos de Neurobiología...
Durante la República se hace militante de Izquierda Republicana. Al estallar en conflicto de la Guerra Incivil , combatió en el ejército republicano como Teniente del Cuerpo de Carabineros y estuvo en diferentes zonas durante la Guerra (Madrid, Barcelona, Valencia...) llegando a dirigir durante un corto período un centro psiquiátrico de guerra en Vilanova de Castelló (Valencia).

 

 Foto año 1953

 Alrededores de Oncala, Soria

 
Al acabar la guerra es condenado a muerte por “adicto a la rebelión” y militante de Izquierda Republicana. Se le conmuta la pena capital, y es finalmente desterrado a a Guadalajara y posteriormente a Soria, a una zona montañosa, apartada y muy fría en la zona del puerto de Oncala muy cerca del Moncayo. Allí estuvo hasta 1953, trabajando como médico rural en una dura y aislada experiencia de exilio interior de posguerra.


En ese año, tras más de una década de destierro y silencio desvinculado del mundo científico neurofisiológico e histopatológico de vanguardia en el que se movía antes de la contienda de la guerra, consigue regresar a Madrid. Otros antiguos compañeros y maestros habían sufrido en sus trayectorias vitales la guerra y la represión franquista, como Tello (sufre depuración), Lafora (se exilia en México de donde regresa en 1947 y sufre depuración posterior), Fernando de Castro (depuración).... y en los años previos habían ido regresando al nuevo Instituto Cajal madrileño -ya perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, organismo creado en 1939-. Habían sido readmitidos, a veces en condiciones investigadoras muy modestas e indignas para un cuerpo de investigadores (Cajal y sus escuelas) que en el período de entreguerras habían realizado aportaciones al conocimiento del sistema nervioso que en ese momento ya eran patrimonio universal. Como señala y denuncia Santesmases (2001), esta experimentación y producción con proyección internacional no fue alentada en el nuevo CSIC, y mas bien fue explícitamente sofocada por la ideología de un régimen que rechazó aportaciones previas por motivos ideológicos ya que todos ellos eran personajes comprometidos con objetivos de política científica promovidos por los vencidos. En ese contexto que acabamos de describir López Aydillo es readmitido en el Cajal. También trabajó con Marañón en el Instituto Marañón. Realiza su tesis doctoral de forma tardía (al menos en 1963 ya era Doctor en Medicina, pero desconocemos fecha exacta).

 Segundo Instituto  Cajal, hoy Centro
 de Investigaciones  Biológicas. Madrid.

 
Reinicia sus publicaciones en 1956, publicando en “Archivos de Neurobiología” o en “Trabajos del Instituto Cajal” , siendo entre otras: “A propósito de un caso de distonía de torsión en una diabetes glucosúrica”,1956, Trab. I. Cajal; “Acerca de un caso de enfermedad de Alzheimer”, 1957, Trab. I. Cajal; “La esclerosis lateral amiotrófica, familiar y hereditaria”, 1962, Archivos de Neurobiología.... siendo la última que conocemos la de 1976 dedicada al latirismo que le venía interesando en los años previos y que publica en la revista Trabajos de Inst. Cajal de Investigaciones Biológicas.

Tampoco abandona su vertiente profesional clínico-social, y así por ejemplo acude becado por la O.M .S. como experto español al XIII Curso Internacional de Prevención y tratamiento del alcoholismo que se celebra en 1963 en Lausanne (Suiza).
En las Memorias del Centro de Investigaciones Biológicas, Instituto Cajal” aparece citado hasta 1973 como colaborador científico:
Tras la desaparición de Lafora, desde 1965 fue durante varios años Jefe del Laboratorio de Anatomía Patológica del Sistema Nervioso En el Instituto Cajal estuvo trabajando hasta los 70 años, aunque continuó acudiendo en sus ratos libres hasta 1978-1979.


EPÍLOGO

Hemos aprovechado este segundo Congreso da Memoria para poder presentar este esbozo de recuperación biográfica del “madri-galego” Nicolás Ramón López Aydillo, neuropsiquiatra de la escuela de Lafora y Cajal. Todos los médicos “ourensanos” que participaron en aquel evento médico de 1929, que supuso el inicio de una Medicina galaica de alto nivel científico y profesional, vieron truncadas sus vidas personales y su carrera profesional durante los años de la guerra y la posguerra. Todos sus “casos”, especialmente el de López Aydillo, son ejemplo o paradigma de las múltiples historias del llamado “exilio interior, y que acontecieron en el yermo paisaje científico, político y cultural de la españa de la posguerra franquista. Queden aquí estas líneas como un homenaje a todos ellos.


AGRADECIMIENTOS:


A Manuel R. López Goya (hijo del Dr.López Aydillo), a MªAngeles Langa (Bibliotecaria Inst. Cajal), familia de Javier Rodríguez y Mari Luz Rey, Maribel Outeriño.


BIBLIOGRAFÍA

FUENTES
•  Entrevista telefónica con Manuel R. López Goya (Madrid), hijo de N.R. López Aydillo : otoño 2004. Facilita datos y fotografía de su padre.
•  Biblioteca Instituto Cajal, CSIC, Madrid: Fotocopias con referencias de los trabajos de López Aydillo y Memorias del Centro.

BIBLIOGRAFÍA SECUNDARIA
ANAYA, A.(2002) : “La deuda de Madrid con Cajal. Museo, Cátedra e itinerario”, Revista Española de Patología , 2002, vol.35, nº4.
DURÁN, J.A. (1977): “Prólogo”. En: ALVAREZ, B. “Abriendo el surco”, Madrid, Siglo XXI.
ESCALONA ZAPATA, JULIO (2002): Recuerdos personales del Instituto Cajal, Revista Española de Patología , 2002, vol.35, nº4.
GONZÁLEZ SANTANDER, R, (2003): “ La Escuela Histológica española”, Alcalá de Henares, Universidad de Alcalá.
GUERRA, F. (2003): “ La Medicina en el Exilio republicano”, Madrid: Universidad de Alcalá.
HUERTAS, R. (2002): “Lafora, Vallejo Nágera, Garma. Los médicos de la mente: de la neurología al psicoanálisis”, Madrid: Nivola libros y ediciones S.L.

 

Gonzalo Rodríguez Lafora(1886-1971). Psiquiatra. Discípulo de Ramón y Cajal, Simarro y Achúcarro, es el más genuino representante de la llamada “generación de la preguerra” en el que culmina una época de la de la neuropsiquiatría madrileña y española. Pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para estudios en EE.UU entre 1908-1910. En 1925 funda el Sanatorio Neuropático de Carabanchel. Fue presidente del Consejo Superior Psiquiátrico en la II República. Tras la Guerra Civil se exilia a México, en donde logró un enorme prestigio. Cofundador y director de la revista “Archivos de Neurobiología”, fue un prolífico publicador de trabajos científicos y artículos periodísticos. Neurólogo y psiquiatra con una visión muy somaticista y anatómica de la psiquiatría. La epilepsia mioclónica familiar, es también conocida como “enfermedad de Lafora”, en honor al descubrimiento que Lafora hizo en 1911 acerca de la histopatología de dicho tipo de epilepsia (HUERTAS, 2002).   


SANTESMASES (2001:175).     



Ha sido llamado así por contraposición al exilio republicano hacia Hispanoamérica y otras zonas del mundo. Sobre el exilio médico republicano de obligada referencia y lectura la monumental obra de Francisco Guerra, “ La Medicina en el Exilio republicano”, Madrid: Universidad de Alcalá, 2003. Sobre el exilio interior gallego hay trabajos ya muy potentes como los de Ricardo Gurriarán (aguardamos a la pronta publicación de su tesis doctoral y citamos aquí el libro sobre su padre, el médico valdeorrés Gonzalo Gurriarán, otro de los “exiliados interiores” de Galicia).


                                                    David Simón Lorda            

                                                             Doctor en Medicina                 

                                                        david.simon.lorda@sergas.es